¿Quiénes somos? Somos un grupo de revolucionarios invencibles, que no nos rendiremos jamás, que lucharemos en todos los frentes, incluso en el de las ideas.

Monday, May 17, 2010

¿Cuadro, igual LIDER?, Alejandro Martínez Pereiras

¿Cuadro, igual LIDER?

Revisando los materiales que seleccionaríamos para esta Edición No. 14, encontré un material que incluimos de inmediato en nuestras páginas, “El cuadro, columna vertebral de la Revolución”. Ernesto Che Guevara, verdadera esencia de la ideología revolucionaria, han pasado 48 años de su redacción, y aún sus argumentos siguen vigentes en toda su extensión.

Desde aquella fecha, en septiembre del 62, se han fundado decenas de escuelas de cuadros, en prácticamente todas las instituciones de nuestra sociedad, miles de cubanos se han preparado para ejercer funciones de cuadro, en la política, en lo militar, en la economía y en múltiples esferas de la tecnología y de la ciencia.

Y seguimos preparando, seguimos incluso trabajando hasta en el desarrollo de la reserva de éstos, en todos los niveles, pero podemos decir que estamos concluyendo esta tarea en 48 años de trabajo sistemático en su formación. La experiencia nos dice, que se ha estado produciendo un relevo de generaciones y con ellos sus directivos en todas las esferas de la sociedad, unos cesan en sus funciones, otros dejan el paso a los más competentes y otros se rinden ante las exigencias, sin cesar crecientes, de la vida político-revolucionaria de nuestro país.

¿Cuál serían la razón o las razones, del por qué no hemos saturado todas las esferas de los directivos necesarios?, varias pudieran ser las respuestas, en mi criterio, la primera esta referida a que la formación de un cuadro es una tarea bien compleja y continua, que no solo requiere formación técnico y profesional, sino de forma especial, una actitud ejemplar ante la vida, una formación política alta, que sepa discernir no solo los objetivos inmediatos, sino que sepa avanzar hacia una perspectiva a largo plazo, así como, que tenga una visión profunda del área que dirige y las personas que en ella intervienen.

Pero todo esto no basta para ser un buen directivo, hay que alcanzar la categoría de líder, y esto si es bien difícil, alcanzar el carisma, las condiciones y las posibilidades de conducir a un colectivo humano, ya es un momento superior en el cuadro, se podrá mandar bien, se podrá, incluso, hacer cumplir determinadas normas, pero quizás no se produzca el empuje adicional que le dan la conciencia y los sentimientos de los dirigidos al cumplimiento de la tarea orientada por su adalid.

No es apelar al oportunismo o al populismo descontrolado, y por supuesto no es llamar la atención con concesiones, privilegios en el colectivo, o lo peor, que se permita desviaciones de la conducta, para que se produzcan en ellos reacciones especiales. No, no, esos métodos han demostrado que a la larga, desprestigian, desmovilizan y convierten al colectivo en una pandilla y finalmente, cuando éstos se saturen, o sean revisados adecuadamente, la “felicidad alcanzada” se disipa y los que en un momento parecían “como hermanos”, se convierten en fieras asustadas que se atacan mutuamente y todo se desploma.

El líder de un colectivo, es aquel que con una adecuada preparación, es capaz de influir en la conciencia y en el corazón de las personas que dirige, un líder es aquel que con su ejemplo personal permanente y sistemático se lanza a conducir a sus dirigidos en la primera línea. Nadie podrá ser líder, solo desde una oficina dando orientaciones o presidiendo encuentros con los cuadros subordinados de manera constante, sin seguir de cerca el comportamiento de sus dirigidos directamente en su labor.

Para muchos les puede resultar complicado comprender en toda su profundidad, el cómo llegar a esos niveles de calidad profesional de un cuadro, y es verdad, no es sencillo, pero en nuestra sociedad se mueven múltiples ejemplos sobre esto, uno de ellos, aquel campesino matancero que con un grupo de guajiros de su localidad, conformaron una brigada de macheteros que inició la historia de las brigadas millonarias, Reinaldo Castro y sus compañeros realmente tenían condiciones excepcionales, pero él era un verdadero adalid que infundía sacrificio y trabajo constante.

Cuál sería el por ciento, que adiciona en su labor específica, un colectivo cuando está dirigido por un verdadero guía, es realmente difícil de medir, pero lo que si sabemos que se produce un verdadero salto en el entusiasmo, en la productividad y en la eficiencia de la obligaciones de los colectivos de que se trate. Otro ejemplo, en el deporte, como un equipo de pelota, que hombre por hombre es inferior a sus contrarios, que sus resultados no son comparables con los adversarios deportivos, como sucedió en la finalizada Serie Nacional, con el equipo Industriales, supo sacar el extra y terminar arrasando con los mejores equipos nacionales, muchas explicaciones podrán darse, incluso técnicamente aceptables, pero no hay dudas que el papel que desempeñó el director, Germán Mesa, fue un rol relevante.

Ni hablar en el campo de la historia de nuestra Patria, la administración estatal, política o de cualquier índole, señalan los historiadores que era realmente increíble el valor que desplegaban los generales mambises que combatían bajo las órdenes de Maceo y Gómez, se acuñó la frase entre ellos de “General por dónde cargo”, para definir el lugar por donde entrar en el combate, no importaba el riesgo o incluso la seguridad de que con esa acción ponían en juego su propia vida, era la orden de su jefe y había que lanzarse a pecho abierto sobre las bayonetas y el fuego del ejercito español, por supuesto tenían que apurarse en esos empeños, porque de seguro le disputarían a estos dos gigantes, el llegar primero a la línea de fuego.

Cuántos ejemplos no observamos de directivos de empresas o entidades, o incluso de territorios que logran resultados relevantes en su labor, por encima de sus homólogos vecinos, por supuesto, teniendo el mismo nivel de recursos, condiciones generales de trabajo e igualdad de política financiera y laboral.

Nadie podrá dirigir nada a través de papeles, y nadie alcanzará el respeto y el cariño de sus subordinados leyendo informes, de informes anteriores y de informes de sus cuadros de base. Este podrá ser jefe, pero no líder. Sus resultados, incluso en los mas capaces, serán escasos, aún hasta cumpliendo los planes, las fuerzas potenciales de su equipo se han tensado al 70 %, la reserva que está en el corazón de sus subordinados quedó intacta, la iniciativa creadora del total del colectivo se perdió, el estímulo al cumplimiento de forma especial de una tarea quedó eliminado, todos trabajaron “bien”, pero no se dio el salto que las necesidades requerían en un momento dado.

El líder es aquel que se mueve en todas las posiciones de su actividad, que reconoce que todos los que trabajan con él, son más importantes que él mismo, que comprende que todos necesitamos que se nos atienda, que se nos explique, que se nos pregunte, que se nos estimule moralmente y que se nos ayude en la comprensión de la tarea que realizamos.

El líder es el que sacrifica todo su tiempo por la tarea que dirige, es el que asume la ideología de la revolución y es capaz de ejecutarla personalmente con su ejemplo y trasmitirla a las masas que dirige con inteligencia y audacia. Las masas lo identificarán y de inmediato seguirán sus pasos.

La filosofía de la apelación exclusiva al interés material, puede ser válida en un momento, pero habrá que cumplimentarla con la conciencia suprema de los objetivos por los cuales trabajamos, habrá que cumplimentarla con el interés colectivo de construir una obra grande, no para uno, sino para toda una nación. Habrá que darle una alta dosis de espiritualidad para que sea constante.

Por ello, la formación de un cuadro es tan compleja, incluso es infinita, nadie se podrá graduar de cuadro, siempre estará en formación y superación constante, tendrá que a cada momento elevar su formación política e ideológica, para convencer y convencerse, que los constructores del socialismo y el comunismo, no se compran, los verdaderos constructores se educan, se forman en el bregar de la lucha, hasta llegar a la conclusión de que nada, ni nadie podrá apartarlos de sus objetivos, no importan las trabas y dificultades que se encuentren en el camino, que siempre serán muchas, habrá que saltar obstáculos y juntos, directivos y dirigidos, llegar al final feliz por el que todos trabajamos.

Pero quien no entienda o no sepa que significa “el cambio de estilo y métodos de trabajo”, una sola recomendación: imiten a Marti, imiten al Che, hagan igual que Fidel y que Raúl, ahí están los paradigmas más importantes.

Hay que descubrir a estos líderes naturales, apoyarlos y convocarlos a mostrar que es posible, que sí se puede dirigir, a golpes de ejemplo y abnegación.

Alejandro Martínez Pereiras

EDITORIAL DEL 17 DE MAYO 2010

Pasado mañana, día 19 de mayo, recordaremos una vez más, el 115 Aniversario de la caída en combate del Héroe Nacional de la República de Cuba, José Martí Pérez, quizás este sea uno de los acontecimientos históricos, de los que mas se ha escrito, en cien años. En nuestro país, poco queda por aportar, desde aquellos sus más cercanos compañeros de la campiña, encabezados por Máximo Gómez, y todos los cubanos que al paso de las primeras horas y de los primeros días fueron enterándose de la triste noticia, este infausto acontecimiento ha estado presente siempre en la vida de la Nación Cubana.

Este hombre, que pudo por su talento y capacidades, convertirse en uno de los más agraciados de su época, en lo material y profesional, desechó todos los honores y glorias personales, para consagrarse a su obra suprema, la lucha por la independencia y libertad de su Patria.

¡Qué gran ejemplo de sencillez, modestia y generosidad!

El joven Martí fue el resultado de su forja en una sociedad esclavista y explotadora, de un país sometido al colonialismo tardío del siglo XIX; fue el fruto del ejemplo de su humilde familia, que le inculcó los más firmes valores éticos, humanos, y especialmente de su maestro, y de éste, a las corrientes políticas e ideológicas más progresistas de su época.
De él, son aquellos Versos Sencillos, escritos en 1891, y que reflejan la imagen, que siendo muy niño, observó en la provincia de Matanzas, cuando se encontraba con su padre por esos parajes:

Rojo, como en el desierto,
Salió el sol al horizonte:
Y alumbró a un esclavo muerto,
Colgado de un seibo del monte,
Un niño, lo vio: tembló
De pasión por los que gimen:
¡Y al pie del muerto, juró
Lavar con su vida el crimen!

Él fue un joven de su tiempo, pero con la fibra y el material de un maravilloso diamante moral y patriótico en bruto. Pudo haber dicho como dicen algunos en la actualidad, de que no tenía las condiciones idóneas para divertirse, superarse o en definitiva conquistar la “felicidad deseada”, y haberse lanzado al mundo en busca del egoísta interés personal.

Del joven Martí son aquellas extraordinarias estrofas, escritas cuando describe el papel de un patriota verdadero:

El amor madre a la patria
No es el amor ridículo a la tierra,
Ni a la hierba que pisan nuestras plantas;
Es el odio insensible a quien la oprime,
Es el rencor eterno a quien la ataca...

Cuánto necesitamos de esos valores en la Cuba de hoy, cuando algunos, egocéntricos, ambiciosos, y aspirantes a traidores, que no logran en lo más mínimo acercarse a las posibilidades martianas, se sienten limitados en sus proyecciones profesionales y personales y se manifiestan defraudados y resentidos, por no poder alcanzar el “bienestar”, dígase dinero, reconocimiento social y privilegiada existencia, que suponen le merecen sus cualidades profesionales, deportivas, artísticas o simplemente humanas, y abandonan el país que los vio nacer y que les permitió, a costa de múltiples sacrificios, ser lo que en definitiva alcanzaron a ser.

Algunos de estos egoístas de nueva factura, se creen el ombligo del país y pretenden florecer como los grandes propietarios de las “verdades absolutas” de nuestro momento actual y brindar las maravillosas recetas de las soluciones mas complejas que necesitamos, sin reconocer que será el pensamiento colectivo de todos los cubanos, especialmente de los que no nos rendimos, los que encontremos las verdaderas direcciones de nuestro promisorio porvenir.

La vida de Martí es inconmensurable, baste decir que fue uno de los hombres más prominentes de su siglo, que su obra intelectual y patriótica no tiene parangón en nuestra historia patria y su pensamiento es hoy y para siempre, una de las joyas más sobresalientes de la Cultura Latinoamericana y Universal.

Su vida es un ejemplo de entrega y sacrificio, de firmeza patriótica e intransigencia revolucionaria, su acero inigualable surgió de la forja de un pueblo que no lo olvida y que lo mantendrá, por siempre, como su paradigma principal.

Su pensamiento es irreductible, su valentía inigualable y la seguridad en la victoria de su pueblo, su divisa ideológica.

“Antes de cejar en el empeño de ver libre y próspera
A la Patria, primero se unirá el mar del sur con el mar del norte,
y nacerá una serpiente de un huevo de águila.”

Saturday, May 15, 2010

Los cubanos de Miami, Max Lesnik Voltaire net

Los cubanos de Miami
La estafa de los Estefan
Max Lesnik Voltaire net


Los cubanos anti-castristas organizaron una marcha en Miami, según dicen por la libertad de expresión en Cuba, como si está no existiera. Eso significa que la campaña para denigrar Cuba no ha cesado.

Emilio Estefan, el «Padrino» de la música latina en Estados Unidos con su «Gloria» a cuestas, parece haber dejado temporalmente los escenarios artísticos para incursionar en el terreno de las actividades políticas.
Los Estefan debutaron como «líderes» del anticastrismo miamense [Miami] convocando a una marcha «patriótica» por la Calle Ocho de la «Pequeña Habana» de Miami, supuestamente en apoyo a las «Damas de Blanco» tan publicitadas por la prensa internacional.

En esa repentina trasmutación de actividades, de faranduleros a «patriotas», algunos ingenuos han querido ver un gesto altruista y desinteresado del musical matrimonio. «Ellos no son políticos- dicen- son verdaderos patriotas de la nueva hornada de cubanos del exilio que han tomado las riendas del anti-castrismo militante en una carrera de relevo generacional para darle nueva savia no contaminada con el pasado, a la desacreditada “Mafia cubana" de Miami».

Pero el debut de los Estefan como cabezas del anti-castrismo, comenzó con un engaño. Dijeron que a la marcha de la Calle Ocho había concurrido una multitud de 100 mil personas, cuando la cifra real no paso de unos 16 mil manifestantes. Cantidad ridícula si se tiene en cuentas que más de un millón de cubanos viven en el Gran Miami.

Y es que para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado, dice un conocido refrán popular. Las cuentas tienen que ser claras y el chocolate espeso. Porque si cada cuadra de la Calle 8 tiene cien metros de largo por diez de ancho y en cada metro cuadrado caben solo cuatro personas, eso equivale a unas 40 manifestantes en cada fila.

En cien metros son 4 mil personas por cuadra, de manera que en cuatro cuadras solo pueden haberse reunido unos 16 mil manifestantes, incluyendo entre ellos venezolanos anti-chavistas, colombianos simpatizantes de los paramilitares, nicaragüenses «somocistas» y cuanto latinoamericano de la extrema derecha se ha auto exiliados en Miami, con el socorrido «cuento chino», de que en sus respectivos países de origen, hay gobiernos de izquierda que los persiguen a ellos por «anti-comunistas».

Entre esos manifestantes que acompañaron a los cubanos anti-castristas por la calle Ocho, había por supuesto más de un torturador prófugo de la justicia y alguno que otro ladronzuelo del tesoro público de su país, que para eso ha quedado Miami como vertedero de toda la porquería humana del continente americano.

Con esa gente fue que la marcha de los Estefan contra Cuba, pudo llegar a 16 mil personas, sin olvidar al terrorista Luis Posada Carriles que también estaba allí, de cuerpo presente, disfrazado de «Gran Damo de Blanco» con su flor de Gladiolo en mano.

El engaño del matrimonio Estefan no termina ahí, con lo de los números falseados sobre los asistentes a la marcha de la Calle Ocho. De una mentira pasaron a otra. Porque el tal «acto patriótico y sin matiz político», organizado por «El Padrino», era en realidad una burda y oportunista operación politiquera de recaudación de dinero para el Comité Nacional del Partido Demócrata.

Es de todos conocido que los Estefan, hasta las pasadas elecciones presidenciales norteamericanas, eran visita asidua a la Casa Blanca, gozando no solo de la amistad del Presidente Bush sino que además, eran sólidos contribuyentes económicos a las arcas del Partido Republicano. Así fue hasta la victoria de los Demócratas con Barack Obama.
Con el cambio de inquilino en la mansión ejecutiva , el «Padrino» y la «Madrina» se cambiaron de casaca.

Ahora el matrimonio Estefan es Demócrata de nuevo cuño y para estrenarse la pareja como tal, el próximo quince de este mes de abril, en su mansión de Miami Beach organizan un evento de recaudación de fondos para el Partido Demócrata, con el Presidente Obama de cuerpo presente.


La cosa es a todo dar porque los invitados al evento tendrán que abonar la respetable suma de 30 mil dólares por pareja. Calculan que ese día los Estefan le recaudarán a los Demócratas un par de millones de dólares para las elecciones del próximo noviembre.

Los Republicanos como es de esperar, están un tanto desconcertados con la conducta oportunista del matrimonio Estefan y con su sorpresivo cambio de casaca.

Habían pretendido presentar a los Estefan como realizando en la Calle Ocho un acto de «elevado patriotismo cubano» en apoyo a las llamadas «Damas de Blanco». Pero la susodicha marcha- o más bien una «marchita»- no fue otra cosa que una de las acostumbradas jugarretas políticas electoreras de Miami, en la tradicional batalla entre Demócratas y Republicanos por el control del dinero y los votos de los cubano-americanos del sur del Estado de La Florida.

Cuba es el pretexto y la politiquería de Miami es la realidad. A eso se redujo la marcha del anticastrismo en la Calle Ocho de la «Pequeña Habana». Una nueva tomadura de pelo. La «contra-revolución traicionada». Fue la gran estafa de los Estefan.

Fuente:http://www.voltairenet.org/article165331.html

“A Cuba se le castiga por no ser sumisa”, José Luís Centella

José Luís Centella: “A Cuba se le castiga por no ser sumisa”
Publicado el 12 Mayo 2010 en Especiales
Por Guillermo Nova


¿Qué balance hace de su visita a Cuba?

Ha sido una visita positiva y muy productiva que nos ha permitido intercambiar opiniones con la máxima dirección política del País, pero también hablar con muchos ciudadanos con lo que hemos podido conocer la realidad cubana de primera mano, toda esta experiencia ha significado para nosotros una serie de compromisos con los que trabajar en los próximos meses en España.

Desde España están viniendo las críticas mas duras hacia Cuba en materia de derechos humanos, ¿cual es la posición del PCE al respecto?

Esas críticas vienen de un enorme cinismo que evidencia que hay intereses ocultos en esta campaña, que no son otros que intentar evitar que la Unión Europea abandone la posición común. Al respecto los comunistas españoles no tenemos ningún problema en hablar de derechos humanos y de participar en cualquier debate, siempre y cuando no lo hagamos con trampas y hablemos de derechos humanos en La Habana pero también en Nueva York, en Sevilla o en Madrid y que hagamos un balance, pero lo que no vamos a hacer es entrar en ningún debate que trate de manipular la realidad cubana buscando deslegitimar una revolución que sigue siendo una esperanza para muchos hombre y mujeres de todo el mundo.

Dentro de la amplia agenda que ha tenido la delegación del PCE destaca el encuentro personal que tuvo con el presidente Raúl Castro, ¿como fue?

Fue un encuentro amable como no podía ser de otra manera entre camaradas, muy interesante al intercambiar opiniones sobre la realidad en Cuba y en España, en el que pude constatar como el gobierno cubano está encaminado en conseguir la máxima eficacia en la gestión del país, asegurando el máximo aprovechamiento de los recursos propios.

Este semestre es la presidencia española de la Unión Europea, ¿considera que se debería cambiar la Posición Común?

La Posición Común de la Unión Europea contra Cuba no tiene parangón y no se justifica de ninguna manera, es una decisión hipócrita, porque mientras a Marruecos que no es ningún ejemplo en defensa de derechos humanos se le trata como socio preferente, eso quiere decir que a la Unión Europea no le interesan los derechos humanos, lo que le importa es el negocio y la sumisión y a Cuba se le castiga por no se sumisa. Por eso nosotros pedimos el fin de la Posición Común, porque no tiene sentido que se le aplique a Cuba un parámetro que no se le aplica a ningún otro país.

Actualmente hay cinco cubanos presos en Estados Unidos por combatir acciones terroristas contra la población cubana, ¿cual debería ser la posición de la administración Obama al respecto?

Mientras que no liberen a los Cinco la lucha de Estados Unidos contra el terrorismo no tendrá ninguna credibilidad, nosotros creemos que es una vergüenza contra la humanidad, porque ellos están presos exclusivamente por evitar atentados y mientras hay terroristas confesos como Posada Carriles que se pasean y encabezan manifestaciones en Miami.

Por ello exigimos al gobierno de Obama que libere a los Cinco, que no se comprometa más con una postura heredada de castigo hacia Cuba, que no se comprometa más con una postura de sumisión a lo que pueden ser intereses ocultos contra Cuba y que libere a cinco personas que no tienen otro delito que el de haber luchado contra el terrorismo.

(Publicado en La República)

Friday, May 14, 2010

La verdadera gran depresión, Manuel E. Yepe

La verdadera gran depresión
Manuel E. Yepe
Rebelión


“¿Porqué está usted deprimido?”, preguntaba la revista The New Yorker de esa gran urbe estadounidense a sus lectores, en un suelto superpuesto a la portada de su ejemplar de marzo primero convocando a la lectura de un artículo que resultó tratar sobre un tema distinto al que casi todos pensaron hallar.

Parece que nadie esperaba que la pregunta se refiriera, como así resultó ser, a la problemática del consumo exagerado de medicamentos antidepresivos para estados que no califican como tales, como trastornos gástricos, ataques de pánico, eyaculación precoz y alcoholismo. Y sobre el costo exagerado de tratamientos innecesarios por la sobre indicación de fármacos antidepresivos en función del interés comercial de los fabricantes de éstos.

Lo que parecía anunciar aquella convocatoria a la lectura en la portada del The New Yorker era un análisis acerca la depresión nerviosa por la que atraviesa la ciudadanía en pleno a causa del derrotero que la oligarquía estadounidense ha fijado para la nación.

Una encuesta del Centro de Investigaciones PEW divulgada el 19 de abril indicaba que cerca del 80% de los estadounidenses ha perdido la confianza en su gobierno y pocos creen que pueda resolver los problemas del país, el nivel más bajo de confianza popular en medio siglo. Y esto ocurre a poco más de un año de que la población, desesperada, votara de manera casi sorpresiva por cambios que momentáneamente le propiciaron la recuperación de las esperanzas de que el sistema que tenía a su país en la cúspide, fuera sostenible.

Se esfuman lastimosamente las perspectivas de que el cambio tolerado por la oligarquía en las elecciones de 2008 pudiera sacar a Estados Unidos del pantano al que ha sido conducido por una serie de factores, entre los cuales priman los fracasos del movimiento neoconservador que hubo de controlar la administración del país desde el gobierno de Ronald Reagan hasta el de George W. Bush, sin excluir el de William Clinton, dócilmente manipulado como ahora parece estar logrando hacer con el de Barack Obama.

La crisis económica y financiera, el desastre que afecta a su industria y comercio internacional, la merma de su liderazgo a nivel global, los avances de las nuevas potencias Brasil, India, Rusia y, especialmente, China; el declive del papel político global de Europa, su gran aliado; los avances hacia la independencia de las naciones de América Latina y el Caribe, dibujan un escenario desolador para la superpotencia, cuyo porvenir solo mediante guerras se ve viable.

Para el ciudadano común, ello genera inseguridad, insolvencia creciente, desempleo, y la pérdida de derechos civiles por amplios sectores poblacionales, especialmente los inmigrantes.

A nivel individual, esta angustia se traduce en descontento general, falta de confianza en el gobierno y, en el nivel institucional, en disputas partidistas y entre los líderes políticos y el Congreso.

Puede hablarse de una "desilusión" respecto al sistema mismo, porque los dos partidos han sufrido una caída de su popularidad, al igual que los congresistas y los políticos en general.

Diríase que se está repitiendo en Estados Unidos la historia reciente de varios países de América Latina donde la “partidocracia” sucumbió para dar paso a las fuerzas nuevas antes excluidas, como ocurrió en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Solo que nadie podría garantizar que, en Norteamérica, esas nuevas fuerzas excluidas que pujan por entrar en escena, e incluso dominarla, sean opciones de carácter popular o progresistas. Hace muchos años que el panorama político estadounidense está siendo dominado por fuerzas “neoconservadoras” que se manifiestan desde el seno de los dos partidos que han controlado el sistema político de la nación a partir de su nacimiento a fines del siglo XVIII.

En la situación actual, el movimiento neoconservador pudiera optar por asumir sin tapujos una dictadura de extrema derecha de la que el gobierno de W. Bush habría sido apenas un fugaz ensayo.

En las regiones identificadas como secesionistas en el siglo XIX y que libraron una guerra en favor de la esclavitud contra el gobierno central abolicionista -motivada en verdad por intereses económicos contradictorios- se ha desarrollado el ultraconservador movimiento Tea Party, de ideología y métodos fascistoides, que se está haciendo sentir como una tendencia ultraderechista de los republicanos, pero también está activa en las filas demócratas.

Entre las formaciones antiinmigrantes, anti homosexuales y otras extremistas, ganan terreno las fuerzas abiertamente fascistas, como las del Movimiento Nacional Socialista (NSM), autodefinido como “neonazi” que convocó una marcha en el centro de Los Ángeles, California, vistiendo uniformes negros a tres días de celebrarse el aniversario del natalicio de Adolfo Hitler, a fin de manifestar su repudio a los inmigrantes en Estados Unidos.

¡Ojalá que este angustioso panorama que se presenta ante la ciudadanía estadounidense, en vez de llevarla a la desesperanza y la resignación, se revierta en decisión de frenar a estas fuerzas reaccionarias y evitar al mundo la más honda depresión imaginable: una dictadura fascista global con su centro en Estados Unidos!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Vietnam: 35 años de la derrota de Estados Unidos,Por Luis Manuel Arce*

Vietnam: 35 años de la derrota de Estados Unidos
29 Abril 2010, Por Luis Manuel Arce*


Hace 35 años, el 30 de abril de 1975, los tanques de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Vietnam penetraron los muros exteriores del antiguo Palacio Presidencial de Saigón y sus combatientes izaron las banderas victoriosas del Gobierno Revolucionario Provisional y del Frente Nacional de Liberación.
La guerra y la ocupación militar y política de Estados Unidos, terminaron ese día, definitivamente.

Había pasado más de una década desde que, en agosto de 1964, el gobierno de Estados Unidos, presidido entonces por Lyndon B. Johnson, había cometido el gran fraude de la auto agresión a un buque norteamericano.

El hecho fue conocido como “acontecimientos del Golfo de Tonkín” y sirvió de pretexto para iniciar la guerra aérea de destrucción contra el Norte de Vietnam y justificar la guerra especial en el Sur.

En realidad, desde 1971 los estadounidenses habían comenzado a perder la guerra cuando no pudieron controlar las fronteras entre Vietnam, Laos y Cambodia por la carretera 9 y el Pentágono había sido derrotado en su guerra meteorológica que tenía como objetivos dañar los diques y represas del Norte.

Las fuerzas de Lon Nol y Sirik Matak, en Cambodia, estaban en bancarrota, las zonas liberadas abarcaban más de 50 por ciento de los escenarios de la guerra, y una fuerte ofensiva militar de los patriotas del Sur había obligado a la Casa Blanca a firmar los acuerdos de París del 27 de enero de 1973 para restablecer la paz en el Norte. Pero Estados Unidos no se había rendido y el presidente de entonces, Richard M. Nixon, mantenía su febril y vehemente idea de dominar y acabar con las fuerzas de liberación.

Los ocupacionistas tenían desplegados en las cinco zonas militares en que dividieron el Sur del país a un millón 200 mil soldados saigoneses agrupados en 13 divisiones, sin incluir al personal de la marina y la aviación, esta última dotada con mil 800 aparatos tácticos, la mitad de ellos helicópteros, mil 400 unidades de superficie, dos mil embarcaciones fluviales, sofisticados equipos de comunicaciones y de otras especialidades. Contaban además con cinco superpuertos, numerosas bases aeronavales, como las de Da Nang, la mayor del mundo entonces, Cam Ranh, 10 aeropuertos de envergadura como el de Tan Son Nhut en Saigón y 200 medianos y pequeños.

Ante el evidente deterioro de la situación del enemigo, y las flagrantes violaciones de los acuerdos de París por parte de Washington, el mando político vietnamita instruyó al Estado Mayor de sus fuerzas armadas, a preparar la batalla final por la liberación cuando apenas comenzaba el año 1974.
La primera prueba se produjo con la batalla contra la base de Phuoc Long donde había acantonados cinco mil soldados del régimen saigonés.
A esa victoria sucedieron otras muchas las cuales determinaron que el Comité Central escogiera el 10 de marzo de 1975 como la fecha para lanzar la gran ofensiva final.

El punto de partida fue la codiciada Buon Me Thuot, en las mesetas centrales, donde las fuerzas de liberación, en lugar de atacar la periferia como acostumbraban, se concentraron en la ciudad y desde allí arremetieron contra las bases exteriores a las que dejaron incomunicadas.

De esa manera, dejaron dividido el país a la mitad debilitando a las tropas enemigas, lo cual posibilitó que fueran cayendo escalonadamente baluartes militares como Pleikú, Che Reo, Hue, Da Nang, Nha Trang, Luang Tri y otras muchas.

La larga y fortificada cadena de bases y campamentos militares saigoneses en toda la extensión del país se fue desgranando como collar de cuentas a una velocidad insospechada.

Así lo percibíamos quienes en ese momento estábamos en Hanoi y corroborábamos con los especialistas militares que nuestros anfitriones del Norte ponían a nuestra disposición para tener de primera mano noticias de lo que acontecía y hacer reportajes fieles para nuestros medios de comunicación.
Durante los días 26, 27 y 28 de abril la ofensiva patriota se generalizó por toda la franja costera y permitió consolidar el dominio de las regiones militares I y II.

Aquello determinó la decisión del Comité Central de ordenar la Operación Ho Chi Minh por la liberación de Saigón, que originalmente no estaba en el plan, según nos explicaron ulteriormente los jefes de la ofensiva.

La batalla final se inició con combates encarnizados en Long Binh, Xuan Loc, Bien Hoa y Cu Chi, casa por casa y pulgada a pulgada, para romper el famoso cordón sanitario que protegía militarmente a la capital sureña.

La Operación Ho Chi Minh fue fulminante y duró menos de 48 horas.

El día 28, viendo ya indefectiblemente perdido al régimen de Nguyen Van Thieu, el embajador estadounidense Graham Martin huyó de Saigón desde la azotea de la sede diplomática en un helicóptero, bochornosa escena que quedó impresa para la historia en diarios, revistas y filmes.

A las 13.30 del 30 de abril de 1975, tres tanques PT76 y dos tanquetas norteamericanas repletas de jubilosos combatientes revolucionarios, bajaban a toda velocidad por la calle Pesteur hacia el río Mekong en medio de aclamaciones; llegaron al Palacio Presidencial e irrumpieron en él derribando a su paso una parte del muro exterior que lo rodeaba.

Pocos días después, cuando el mundo ya había festejado el Primero de Mayo, día de los Trabajadores, y con la grata coincidencia de ser el mes de nacimiento y homenaje al héroe eterno del país, Saigón fue bautizada para siempre con su nombre: Ciudad Ho Chi Minh.

El general Vo Nguyen Giap, a quien encontramos de manera fortuita en las playas de Nha Trang rumbo al Saigón todavía con olor a pólvora, nos confirmaba el éxito rotundo y definitivo de la guerra de todo el pueblo.

El 30 de abril de 1975 no sólo cayó el régimen títere saigonés y con él la ocupación del entonces Vietnam del Sur que el gobierno de Estados Unidos había sostenido a un precio desmesurado desde la derrota de los colonialistas franceses en la década de los años 50 del siglo pasado.

Cayó un régimen despótico, cruel y sanguinario, instalado por el imperialismo en Vietnam del Sur a sangre y fuego, con lo que habían estancado en el paralelo 17 la revolución nacional democrática liderada por Ho Chi Minh.

Fue quebrada una estrategia depurada de los imperialistas para producir el neocolonialismo estadounidense en serie, y sepultada la expansión norteamericana en el Sureste de Asia. Y, en aquel entonces, resultó frustrada la posibilidad de que la experiencia estadounidense en Indochina fuera aplicada en América Latina, África y otras zonas de influencia norteamericana.

En el plano corporativo, también quedaron atrás las ambiciones desmedidas de las transnacionales de arrancar hasta las últimas riquezas naturales de la Península.

En el estratégico: salió derrotada la manoseada y enfermiza sed de victoria por medio de las armas que propugnaba el llamado “mundo libre”. Vietnam, realmente, debió de haber marcado el límite hasta el cual podía llegar el expansionismo norteamericano.

Con Afganistán e Iraq, y con el establecimiento de bases militares en Colombia, las últimas administraciones estadounidenses, incluida la de Barack Obama, han demostrado que no quieren aprender de las lecciones de la historia.

Por eso mismo, la experiencia de Vietnam no puede ser desaprovechada por América Latina en estos tiempos de tanto peligro, amenazas y aventurerismo.

(*) El autor es editor de Prensa Latina y fue corresponsal de guerra en Vietnam.

Wednesday, May 12, 2010

Nuestra America, Fernando Arellano Ortiz

“La entrega de siete bases militares a EEUU por parte de Álvaro Uribe constituye un sometimiento abyecto que avergüenza a los colombianos" Fernando Arellano Ortiz (CRONICON, especial para ARGENPRESS.info)

Como una entrega descarada de la soberanía nacional por parte de quien funge hasta el 7 de agosto de 2010 como “el mayordomo de esta especie de colonia que están montando Estados Unidos en Colombia”, calificó el senador del Polo Democrático Alternativo (PDA), Jorge Enrique Robledo, la entrega de siete bases militares para que sean operadas y controladas por tropas norteamericanas.

Robledo es un destacado dirigente de la izquierda colombiana que ha liderado una tenaz lucha contra las políticas neoliberales impuestas en Colombia desde la década de los 90, razón por la cual se ha caracterizado por ser contundente opositor a los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la Unión Europea que con ahínco impulsa el gobierno de Uribe Vélez.



En ese sentido este congresista colombiano ha sido un vehemente defensor de la soberanía nacional y ha dado en los últimos ocho años una serie de debates en el Senado de la República, en la prensa, en los foros y en la academia, que ha permitido a amplios sectores de la opinión pública nacional comprender a cabalidad los efectos perniciosos y los graves riesgos que tendrán para la economía de Colombia la aplicación de los malhadados TLC.



A raíz del anuncio del gobierno colombiano de entregar siete bases militares (Palanquero, Malambo, Cartagena, Tolemaida, Apiay, Larandia y Bahía Málaga) al Comando Sur de los Estados Unidos bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorista, lo cual se formalizó a través de un acuerdo suscrito el 30 de octubre de 2009, el dirigente del PDA ha venido denunciando en forma vehemente desde diversos espacios públicos la cesión de soberanía y ha coadyuvado una demanda ante la Corte Constitucional presentada por la Comisión Colombiana de Juristas.

Por ser un referente en Colombia de la lucha contra el modelo económico inicuo e inequitativo imperante, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET lo invitó a reflexionar sobre los efectos de la cesión de soberanía del gobierno colombiano para los fines militares de Washington, tema que, como él bien afirma, “avergüenza a la mayoría de los colombianos”.



Bases militares para vigilar y amenazar a la región

- Si se tiene en cuenta el rotundo fracaso de la política antidrogas de Estados Unidos en Colombia, ¿cuál cree usted que es el verdadero trasfondo de la concesión del gobierno de Uribe Vélez de siete bases militares colombianas a Washington para que operen tropas norteamericanas?



- Con independencia de la lucha antidrogas es evidente que el tipo y número de bases no tienen como propósito fundamental perseguir el narcotráfico, porque estamos hablando de bases de carácter estratégico. Se trata de aviones de vuelos continentales, de radares que cubren todo el continente, entonces es claro que se utiliza la política antinarcóticos y la presencia de guerrilla en Colombia para justificar lo que es parte de la estrategia de guerra de Estados Unidos por el control de América Latina y el mundo. Son unas bases calculadas para vigilar y amenazar primero que todo a Colombia, pero además a todo el continente americano y eso ensambla con las bases norteamericanas que tienen regadas por todos los confines de la tierra.



- ¿Qué norma constitucional o legal autoriza al gobierno colombiano para conceder la utilización de bases militares a tropas extranjeras?

- No hay ninguna norma que autorice que en Colombia se instalen bases y tropas extranjeras. Existe una norma que habla del tránsito de tropas extranjeras y lo que se va a presentar en Colombia es lo contrario, es un asentamiento de tropas. Pero además está dicho en la Constitución que las relaciones internacionales se tienen que fundamentar en la soberanía nacional y deben desarrollarse preferencialmente buenos vínculos de vecindad con las naciones del continente americano, o sea, todo esto hace que sea abiertamente inconstitucional la decisión de imponer esas bases. Y cuando además no se tramita por el Congreso como un tratado formal entre Estados Unidos y Colombia se viola nuevamente la Constitución. Este gobierno no lo tramita ante el órgano legislativo como se debiera porque tiene como propósito evitar a como dé lugar el trámite de revisión de constitucionalidad. Es muy grave que ahora que la Corte Constitucional aceptó estudiar el caso por una petición ciudadana, haya salido el Procurador General de la Nación a decir que no se debe revisar, ante lo cual estamos muy cerca de que una decisión de ese calibre no tenga concepto de constitucionalidad. En contraste, el Consejo de Estado ha señalado que ha debido tramitarse como una ley de la República que es lo que ordena la Constitución para tratados de este tipo.

- ¿Hay alguna demanda presentada ante la Corte Constitucional para impugnar la decisión del gobierno Uribe de permitir el uso de bases militares colombianas por parte de tropas extranjeras?

- Sí, hay una demanda que presentó la Comisión Colombiana de Juristas ante la Corte Constitucional y que ya fue admitida. Yo estoy coadyuvando en esta petición, porque aquí hay un problema de por medio y es que ese tipo de decisiones en el ordenamiento jurídico colombiano no está claro quien las revisa, y ahí está el truco del gobierno, por eso el Procurador le dijo a la Corte que se abstenga de hacerlo. En consecuencia, estamos ante la monstruosidad de que hay algún tipo de decisiones del Estado que no son objeto de revisión de constitucionalidad. Es algo de una gravedad inaudita.



Álvaro Uribe es el mayordomo de Estados Unidos

- ¿Se puede afirmar sin tapujos que ante esta circunstancia Colombia es un país ocupado?

- Colombia es un país muy sometido a la dominación del imperialismo norteamericano porque estamos hablando de que estas son bases imperialistas, esto hay que decirlo además con todas las letras, porque están concebidas para la guerra y para atacar militarmente al país que sea necesario agredir. En ese sentido nuestra situación de sujeción al imperialismo se agrava muchísimo y esto da un nivel de ocupación supremamente grande.



- ¿Usted considera que Álvaro Uribe otorgó estas siete bases militares a Washington para asegurar la aprobación del Tratado de Libre Comercio, o le da otra lectura?

- Yo pienso que Uribe representa en Colombia de manera clarísima los intereses foráneos y los de las minorías que en este país se benefician de la dominación extranjera. Es para proteger esos intereses que Uribe entrega esas bases. Es decir, actúa como lo hiciera un imperialista en Washington, solo que éste resulta ser el mayordomo de esta especie de colonia que están montando Estados Unidos en Colombia.



- ¿La utilización de tropas norteamericanas de bases y complejos militares colombianos debe entenderse también como una acción de espionaje electrónico a los países de la región?

- Todo lo que se desprenda de ahí, por supuesto que son bases de vigilancia y amenaza continental, en eso no hay discusión. El primer país vigilado y amenazado es Colombia pero también todo el continente, por eso no hay un solo país de América Latina que respalde esas bases. Porque aquí se ha tratado de hacer creer que solo el presidente venezolano Hugo Chávez y el presidente ecuatoriano Rafael Correa son lo que se oponen. No, se oponen Brasil, Argentina, Chile y todos los países de la comunidad latinoamericana que no pueden estar de acuerdo porque todos son vigilados y amenazados. Es más, desde una posición estratégica probablemente las bases apunten de manera más precisa contra Brasil que es quien podría ser el día de mañana un contrincante en la geopolítica americana. Y en ese sentido cuando Álvaro Uribe alega soberanía para tomar la decisión pues estamos ante una monstruosidad, porque alegar soberanía para entregar la soberanía solo se le ocurre a una mente bien perversa, pero además hay un hecho y es que uno no puede hacer en su territorio cualquier cosa porque aquí hay vecinos. Es decir, esas bases también son contra los países vecinos. Por lo tanto, alegar soberanía para prohibirle a los vecinos que hablen de esta situación amenazante es parte de la mente retorcida y astuta de Álvaro Uribe.



La peor decisión de Colombia en toda su historia

- ¿Ahora, en términos políticos esta decisión del gobierno de Uribe Vélez como afecta la soberanía nacional?

- Estamos empezando a conmemorar los doscientos años de la independencia de Colombia y de América. ¿Y que fue la independencia? Por sobre todo, primordialmente, fue sacar las tropas extranjeras, en este caso españolas del territorio nacional, porque no puede haber soberanía si un país está ocupado militarmente y sometido a la amenaza de una potencia extranjera. Entonces es obvio que esta es la peor decisión política de la historia de Colombia, porque el único país del mundo que está en posibilidades de ocupar militarmente a Colombia y convertirlo en un Vietnam, un Irak, un Afganistán, se llama Estados Unidos. Darle precisamente a ese país la posibilidad de instalar sus tropas en siete puntos fundamentales de la geografía nacional nos reduce a muy poco la soberanía y nos amenaza en materia gravísima. Qué harán esas tropas norteamericanas si el día de mañana en Colombia se instala un gobierno que por ejemplo diga que no quiere mantener el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. ¿Cómo funcionarán? ¿No harán nada? ¿O si harán? Y cuando digo harán no es necesariamente militarmente en el sentido estricto de que echen bala, que también la pueden echar, sino las mil formas de desestabilización, de espionaje y de intervención en los asuntos internos de los países que están ahí planteados en el acuerdo.



- ¿Toda esta situación de intromisión terminará afectando los derechos humanos en Colombia?

- Por supuesto que sí, porque todos sabemos que Estados Unidos es un imperio que procede en defensa de los intereses de sus transnacionales y de sus concepciones imperialistas, para lo cual el respeto a los derechos humanos nunca ha sido un obstáculo. Para ese imperio los derechos humanos no son más que una retórica y no le importa violarlos de la manera más brutal si tiene que defender sus conveniencias. Hoy los está violando en Irak, en Afganistán, en Guantánamo… Pero recordemos una cosa y es que uno de los principales derechos humanos es la autodeterminación de las naciones que a veces se pierde de vista, y ese es uno de los aspectos fundamentales que se está amenazando en este caso.



- ¿Colombia está aislada internacionalmente por ser obsecuente de los dictados de Washington, y al mismo tiempo por ser su principal aliado político en América Latina?

- Yo creo que una buena parte del aislamiento de Colombia tiene que ver con esta decisión, y en general con su actitud de sometimiento abyecto ante los intereses de los Estados Unidos que nos avergüenza a los colombianos. Es que aquí ha habido exclamaciones como las del ex presidente Bush, diciendo que “el presidente Uribe nos da más de lo que le pedimos”. Obama dice que va a inundar el mundo de productos norteamericanos a través de los tratados de libre comercio y el presidente Uribe y sus amigos celebran eso y piden que el TLC llegue cuanto antes. Es que el grado de abyección y sometimiento de Uribe nos avergüenza a los colombianos ante el mundo.



- ¿Cuál cree que debe ser la decisión política que tendría que asumir el nuevo gobierno colombiano que se instale el 7 de agosto respecto del tema de las bases militares?

- Debería desmontar cualquier tipo de presencia de tropas extranjeras en el territorio nacional, pero eso por supuesto no es pensable con gente del corte de un Juan Manuel Santos, una Noemí Sanín, un Antanas Mockus o un Rafael Pardo, que ni siquiera lo están planteando.

Perfil

La conjunción de docencia, investigación y política es el sustento de la trayectoria del senador Robledo, quien antes de acceder a una curul en el Senado de Colombia fue el impulsor del Movimiento de Salvación Agropecuaria que organizó como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales que han devastado el sector rural colombiano.



En 2002 llegó por primera vez al Congreso de la República, destacándose por haber asumido desde un principio una posición nacionalista y, fundamentalmente, por defender los intereses de los pequeños y medianos agricultores. En 2006 fue reelegido al Senado por el Polo Democrático Alternativo, obteniendo un apreciable apoyo electoral y en marzo de 2010 gracias a su liderazgo político y a su intensa actividad parlamentaria fue reconocido con una de las votaciones más altas del país al lograr un contundente apoyo en las urnas del orden de los 160 mil votos.



Nació en Ibagué en 1950, donde vivió hasta 1968. Es Arquitecto de la Universidad de los Andes y entre 1976 y 2002 fue profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, lo que lo hace sentir también caldense. Su incansable labor política en defensa de la agricultura y la industria colombiana, así como el de ser un agudo polemista le ha valido un indiscutible liderazgo de primera línea en el progresista partido Polo Democrático Alternativo.

La Universidad Nacional de Colombia le confirió las distinciones Medalla al Mérito, Maestro Universitario y Orden Gerardo Molina. Ha publicado una docena de libros sobre diferentes temas, decenas de artículos y es columnista de varios diarios regionales y sitios web tanto de Colombia como de América Latina. Además, ganó la XVII Bienal de Arquitectura en Teoría, Historia y Crítica.

Robledo es uno de los colombianos que más conoce de la globalización neoliberal, concepción a la que con profundidad y sencillez le ha desnudado su naturaleza retardataria en todo tipo de escenarios, convirtiéndolo en el más reconocido vocero de los sectores que en el país pugnan por derrotar los tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea.

Tuesday, May 11, 2010

La paja en ojo ajeno, Roberto Bissio

La paja en ojo ajeno
China analiza la situación de los Derechos Humanos en Estados Unidos
Roberto Bissio
Red del Tercer Mundo



Como viene haciendo desde hace más de tres décadas, el departamento de Estado de los Estados Unidos publicó el jueves pasado su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en casi doscientos países del mundo.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA, dependiente precisamente del Departamento de Estado) es la principal fuente de estos informes, que pueden resultar en la pérdida de ayuda o preferencias comerciales de un país que registre retrocesos.

Cada año, a la publicación de estos informes le siguen protestas de los gobiernos que se consideran injustamente tratados en ellos. En esta ocasión, la novedad la introdujo el gobierno de China, que al día siguiente, publicó un detallado informe sobre la situación de los derechos humanos en el único país no incluido en la lista: los Estados Unidos de América.

El informe chino tiene unas 15 páginas, aproximadamente la misma extensión que el informe norteamericano sobre China y sigue casi el mismo orden de capítulos.

El primero está dedicado a “la vida, la propiedad y la seguridad personal” y allí se consigna que en 2008 los residentes en Estados Unidos sufrieron 4,9 millones de crímenes violentos y 16,3 millones de delitos contra la propiedad. En 2008 se produjeron más de 14 millones de detenciones por todo tipo de delitos (excepto violaciones de tráfico), 15.000 asesinatos y 30.000 muertes vinculadas al uso de armas de fuego.

En el Segundo capítulo, sobre Derechos Civiles y Políticos en los Estados Unidos, el informe del gobierno chino considera que la policía ejerce con frecuencia la violencia sobre las personas. Un total de 315 policías de Nueva York fueron investigados por prácticas violentas en 2008, un aumento de 50% con relación a 2007. “En las principales ciudades de EE.UU., la policía detuvo, interrogó y cacheó a más de un millón de personas en 2009.

Las cárceles y prisiones en los Estados Unidos albergan a 2.3 millones de reclusos, uno cada 198 habitantes y este número crece desde el año 2000 a un ritmo de 1,8 por ciento al año. Mientras aboga por la "libertad de expresión", "la libertad de prensa" y "la libertad en Internet", el gobierno de Estados Unidos supervisa y restringe los derechos de los ciudadanos cuando se trata de sus propios intereses y necesidades, dice el informe chino.

La National Security Agency (NSA) desde el 2001 inició un sistema de escuchas telefónicas y de intercepción de faxes y de correos electrónicos. Originalmente destinado a los árabes-americanos, pronto creció para incluir a otros estadounidenses, con más de 25 instalaciones de espionaje en San José, San Diego, Seattle, Los Angeles, y Chicago, entre otras ciudades. Después de los ataques del 11 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos permitió la detención y deportación de extranjeros a discreción de las autoridades policiales y de inmigración.

En septiembre de 2009, el país creó un organismo de seguridad de Internet que ha hecho temer a grupos ciudadanos que se utilice la seguridad de Internet como una excusa para controlar e interferir la vida privada. Además, la NSA también escucha los teléfonos de figuras políticas extranjeras, funcionarios de organizaciones internacionales y periodistas de renombre.

La "libertad de prensa" de los Estados Unidos está de hecho totalmente subordinada a sus intereses nacionales, sostiene el informe chino, y es manipulada por el gobierno. Según informes de prensa, el Pentágono (ministerio de defensa) ha contratado a una serie de ex militares para convertirse en comentaristas de noticias de radio y televisión y para dar "comentarios positivos" y proporcionar el análisis de "expertos militares" sobre las guerras en Irak y Afganistán, a fin de orientar la opinión pública, glorifica la guerra, y ganar el apoyo público.

En septiembre de 2009, manifestantes que usaron el sitio de redes sociales Twitter y mensajes de texto para coordinar las protestas se enfrentaron con la policía en varias ocasiones en Pittsburgh, donde se celebró la cumbre del Grupo de los 20. Elliot Madison, de 41 años, fue acusado de usar la Internet para obstaculizar la justicia. Vic Walczak, director legal de la Unión de Libertades Civiles de Pensilvania, dijo que tal comportamiento en otros países sería llamado violación de los derechos humanos y no “necesario control de la delincuencia”.

En el capítulo sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el informe anota en 2009 la tasa de desempleo de más de diez por ciento, la más alta en 26 años. Casi 40 millones de estadounidenses viven en la pobreza a finales de 2008, un aumento de 2,6 millones desde 2007. Un octavo de la población, 36 millones de personas, participaba en agosto de 2009 en el programa de subsidies para la compra de alimentos. Sin embargo, sólo dos tercios de las personas elegibles recibieron los cupones de alimentos.

La discriminación racial sigue siendo un problema crónico de los Estados Unidos, sostiene el gobierno chino. Mientras que el ingreso anual medio de los hogares blancos no hispanos fue de 55 mil dólares en 2008, el de los hispanos fue algo menos de 38 mil y el de los afro-americanos 34 mil. Mientras que la pobreza de los blancos no hispanos fue del 8,6 por ciento en 2008, las de los afroamericanos y los hispanos fueron el 24,7 por ciento y 23,2 por ciento, respectivamente, casi el triple de la de los blancos. Aproximadamente una cuarta parte de los indios americanos vivían por debajo del umbral de pobreza en 2008.

El 33 por ciento de los blancos no hispanos tiene títulos universitarios, pero el porcentaje es de sólo el 20 por ciento para los afroamericanos y los hispanos 13 por ciento. El número de condenas a cadena perpetua sin libertad condicional dado a afro-americanos jóvenes fue diez veces mayor que el de los blancos. En California es 18 veces mayor.

En cuanto a los Derechos de la Mujer y la Infancia, el gobierno chino nota que las mujeres representan el 51 por ciento de la población de EE.UU., pero sólo 92 son parlamentarias, o sea 17 por ciento de los escaños, en el actual Congreso. En 2008, el ingresos medio de las mujeres trabajadoras a tiempo completo fue de 35.745 dólares, mientras que el de los varones fue superior a 46 mil dólares. Los Estados Unidos tienen la mayor tasa de violaciones entre los países que reportan estas estadísticas. Es 13 veces más que en Inglaterra y 20 veces más que en Japón. La institución Feeding America informa que más de 3,5 millones de niños menores de cinco años se enfrentan al hambre o la malnutrición. En 2008, casi una décima parte de los niños en los Estados Unidos no estaban cubiertos por un seguro de salud. Los Estados Unidos son el único país del mundo que no aplica un sistema de libertad condicional a los menores. El encarcelamiento de menores se ha incrementado 44 por ciento desde 1985 hasta 2002.

Un extenso capítulo del informe es dedicado a las violaciones de los Derechos Humanos en otras naciones por parte de los Estados Unidos, cuyo gasto militar, de 607 mil millones de dólares en 2008 representan el 42 por ciento del total mundial. La guerra en Irak ha llevado a la muerte de más de un millón de civiles iraquíes y la muerte de civiles está en aumento en Afganistán. El informe detalla el uso de la tortura en interrogatorios de prisioneros, incluyendo plantones y “submarinos”. En la prisión de Guantánamo ha habido al menos cuatro muertes por suicidio desde 2002, algunas de ellas al parecer debidas a prolongadas huelgas de hambre.

El informe chino basa sus afirmaciones en cifras oficiales del gobierno de los Estados Unidos e informes de prensa u organizaciones no gubernamentales, prolijamente citadas. Sin embargo, el tono de objetividad es abandonado en el párrafo final donde se afirma que “Estados Unidos sigue haciendo caso omiso de sus propios y serios problemas de derechos humanos, pero se deleita en acusar a otros países”. Sin embargo, los autores se abstienen de dar un paso más y concluir que si no hay autoridad moral de los gobiernos, debe ser el sistema de Naciones Unidas el que investigue sobre vigas y pajas en unos y otros ojos.

El informe completo pude leerse en:China analiza la situación de los Derechos Humanos en Estados Unidos. La paja en ojo ajeno

Monday, May 10, 2010

Los pecados de Haití , Eduardo Galeano

Los pecados de Haití ,
Publicado el 15 Enero 2010 en Eduardo Galeano, Opinión


La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.


El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.


Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:
-Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.


La coartada demográfica

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:

-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.

Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.

En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado… de artistas.

En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.


La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.


Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.


En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.



La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.

La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.


El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.

La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

(Escrito el 26 de julio de 1996)

Saturday, May 8, 2010

LENIN Y LA DICTADURA DEL PROLETARIADO Ramón Ramón Diapur

1ro. de Mayo, “Día de los trabajadores”
LENIN Y LA DICTADURA DEL PROLETARIADO Ramón Ramón Diapur, Comisión de Redacción ¡A DEGÜELLO!,


Lo que vimos y sentimos en la Plaza de la Revolución el pasado 1ro. de Mayo, cuando cientos de miles de trabajadores, masiva y contundentemente, en marcha combatiente, hicieron temblar al pavimento de la avenida Paseo, y también a los reductos de escoria que lucran en los micro-grupúsculos contrarrevolucionarios, a los que inventan falacias y mentiras dentro y fuera del país tratando de desprestigiar y desestabilizar a la Revolución, a los que fantasean con “disidentes” huelguistas de hambre, a la gusanera mafiosa y terrorista de Miami y a los círculos reaccionarios del propio Gobierno de les EEUU, es muestra palpable del apoyo del pueblo a la Revolución y de lo que es la Dictadura del Proletariado.

Desde que me inicié en los estudios del marxismo leninismo, y más particularmente de los asuntos relacionados con la Teoría del Estado y la Revolución, allá por 1961, me atrajo poderosamente la atención el concepto de Dictadura del Proletariado, aunque debo reconocer que la palabra dictadura me sonaba bastante fea, lo que estaba condicionado por las dictaduras burguesas conocidas, particularmente la más cercana, la batistiana, y por mi poca cultura política (Tenía entonces 18 años y no había leído una sola palabra sobre marxismo leninismo).

En diversos textos, encontré consideraciones sobre dicho concepto que coinciden con los que tengo incorporados en mi acervo personal, después de muchos análisis de la teoría y la práctica revolucionaria en nuestro país, y de apreciar el contenido sin subestimar las forma. Si lo desea, acompáñeme en la lectura:

La dictadura del proletariado es un tipo de régimen político postulado por el marxismo que asegura la fase de transición revolucionaria del capitalismo al socialismo y a la sociedad comunista.

La existencia de cualquier tipo de Estado implica la dictadura de una clase social sobre otra. En el régimen capitalista, incluso en las mayores condiciones de democracia burguesa, existe una dictadura de la burguesía, en detrimento de los trabajadores y del conjunto del pueblo.

La dictadura del proletariado sería la etapa inmediatamente posterior a la toma del poder por parte de la clase obrera y los trabajadores, en la que se crea un nuevo estado, el cual, como cualquier otro, sería una dictadura de una clase sobre otra, en este caso, de los obreros, campesinos y trabajadores sobre la burguesía y los terratenientes desalojados del poder.

Una vez alcanzado el poder por una legítima revolución de carácter socialista, la instauración de la dictadura del proletariado es inevitable, pues los burgueses y terratenientes se negarán a ser expropiados, organizarán la contrarrevolución y lucharán con todos los medios --incluidas las armas-- para subvertir el proceso revolucionario y recuperar sus riquezas y privilegios.

La experiencia histórica demuestra que a la violencia de los contrarrevolucionarios, hay que responder con la violencia revolucionaria, o no habrá tránsito del capitalismo al socialismo y al comunismo. Esta es la esencia de la Dictadura del Proletariado.

Según Marx y Engels:



“[…] mientras el proletariado necesite todavía del Estado, no lo necesitará en interés de la libertad, sino para someter a sus adversarios, y tan pronto como pueda hablarse de libertad, el Estado como tal dejará de existir."



“Democracia para la mayoría gigantesca del pueblo y represión por la fuerza, es decir, exclusión de la democracia, para los explotadores, para los opresores del pueblo: he ahí la modificación que sufrirá la democracia en la 'transición' del capitalismo al comunismo».”

En palabras de Lenin:

“[...] el desarrollo hacia el comunismo pasa a través de la dictadura del proletariado, y no puede ser de otro modo, porque el proletariado es el único que puede, y sólo por este camino, romper la resistencia de los explotadores capitalistas.



“Pero la dictadura del proletariado, es decir, la organización de la vanguardia de los oprimidos en clase dominante para aplastar a los opresores, no puede conducir tan sólo a la simple ampliación de la democracia. A la par con la enorme ampliación del democratismo, que por primera vez se convierte en democracia para los pobres, en un democratismo para el pueblo, y no un democratismo para los sacos de dinero, la dictadura del proletariado implica una serie de restricciones puestas a la libertad de los opresores, de los explotadores, de los capitalistas. Debemos reprimir a éstos, para liberar a la humanidad de la esclavitud asalariada, hay que vencer por la fuerza su resistencia, y es evidente que allí donde hay represión, donde hay violencia, no hay libertad ni hay democracia.”

"Cuando se nos reprocha la dictadura de un solo partido y se nos propone, como habéis oído, un frente único socialista, decimos: 'Sí. ¡Dictadura de un solo partido! Sobre este terreno pisamos y no podemos salirnos de él, pues se trata de un partido que ha conquistado, a lo largo de varios decenios, el puesto de vanguardia de todo el proletariado fabril e industrial'.

"A pesar de todo, nosotros (los comunistas) somos en la masa del pueblo como una gota en el mar, y sólo podemos gobernar cuando expresamos acertadamente lo que el pueblo piensa. De otra manera, el Partido Comunista no conducirá al proletariado, ni el proletariado conducirá a las masas, y toda la máquina se desmoronará".

Después de leer este último párrafo, piense y razone sobre lo que ocurrió en la URSS 70 años después… Me ahorro mis comentarios.

El concepto de dictadura del proletariado es un concepto estatal, que encierra la idea de violencia.

La historia se ha encargado de demostrar que los explotadores no aceptan pacíficamente que su hora terminó. Ellos se resisten a ser expropiados y a supeditarse a los intereses de los trabajadores, por lo que ambas cosas hay que lograrlas sin excluir el uso de la violencia. La dictadura del proletariado no se ejerce contra el pueblo, contra los trabajadores, sino por estos sobre los que fueron sus opresores y quieren retrotraer la sociedad a la situación anterior, de explotación y miseria para aquellos.

Debemos dejar claro que

Lenin concebía la dictadura del proletariado en el sentido de que debía ejercerse solamente cuando fuera necesario, y solamente contra los enemigos de los trabajadores, del pueblo y de la Revolución.
Hay quienes identifican la dirección del Partido con la dictadura del proletariado, tergiversando a Lenin, atribuyendo falsamente al Partido funciones de violencia con respecto a la propia clase obrera, a los trabajadores y al pueblo.
También los hay que atribuyen al Partido funciones de violencia, que no les son propias, faltando a las exigencias elementales a que deben responder, para ser acertadas las relaciones entre la vanguardia y la clase, entre el Partido y el proletariado, entre el partido y los trabajadores, entre el Partido y el pueblo.
Lenin define las relaciones entre el Partido y la clase, entre los miembros del Partido y los sin-partido de la clase obrera y de todo el pueblo, como relaciones de "confianza mutua entre la vanguardia de la clase obrera y la masa obrera, entre la vanguardia y los trabajadores, entre la vanguardia y el pueblo".
El Partido debe estar muy atento al sentir de los trabajadores y las masas, su instinto revolucionario, verificar constantemente la experiencia de la lucha y constatar de manera permanente si su política es acertada. No sólo debe enseñar a las masas, sino también aprender de ellas.

También debe conquistar, día tras día, la confianza de los trabajadores y del pueblo; y mediante su política y su labor, debe ganarse el apoyo de las masas. No debe ordenar, sino persuadir, convencer. El Partido debe ser guía, dirigente y maestro.

Son ideas de Lenin:

"Seguramente, hoy casi todo el mundo ve ya que los bolcheviques no se hubieran mantenido en el Poder, no digo dos años y medio, sino ni siquiera dos meses y medio, sin la disciplina rigurosísima, verdaderamente férrea, de nuestro Partido, sin el apoyo total e incondicional prestado e él por toda la masa de la clase obrera, es decir, por todo lo que ella tiene de consciente, honrado, abnegado, influyente y capaz de conducir tras de sí o de arrastrar a las capas atrasadas."



"La dictadura del proletariado es una lucha tenaz, cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, pedagógica y administrativa, contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad. La fuerza de la costumbre de millones y decenas de millones de hombres es la fuerza más terrible. Sin un partido férreo y templado en la lucha, sin un partido que goce de la confianza de todo lo que haya de honrado dentro de la clase, sin un partido que sepa pulsar el estado de espíritu de las masas e influir sobre él, es imposible llevar a cabo con éxito esta lucha."



Según Lenin, el correcto papel del Partido, del Estado y de la dictadura del proletariado se logra:



“Primero, por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la revolución, por su firmeza, por su espíritu de sacrificio, por su heroísmo.



“Segundo, por su capacidad de ligarse, de acercarse y, hasta cierto punto, si queréis, de fundirse con las más amplias masas trabajadoras, en primer término con las masas proletarias, pero también con las masas trabajadoras no proletarias.



“Tercero, por lo acertado de la dirección política que ejerce esta vanguardia, por lo acertado de su estrategia y de su táctica políticas, a condición de que las masas más extensas se convenzan de ello por experiencia propia.”



“Sin estas condiciones, no es posible la disciplina en un partido revolucionario verdaderamente apto para ser el partido de la clase avanzada, llamada a derrocar a la burguesía y a transformar toda la sociedad. Sin estas condiciones, los intentos de implantar una disciplina se convierten, inevitablemente, en una ficción, en una frase, en gestos grotescos.



“Pero, por otra parte, estas condiciones no pueden brotar de golpe. Van formándose solamente a través de una labor prolongada, a través de una dura experiencia; su formación sólo se facilita con una acertada teoría revolucionaria que, a su vez, no es un dogma, sino que sólo se forma definitivamente en estrecha relación con la experiencia práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario.



"Para alcanzar la victoria sobre el capitalismo, hace falta una correlación acertada entre el partido dirigente -- el Partido Comunista --, la clase revolucionaria -- el proletariado -- y las masas, es decir, la totalidad de los trabajadores y explotados. Sólo el Partido Comunista, si realmente forma la vanguardia de la clase revolucionaria, si encuadra a los mejores representantes de la misma, si está formado por comunistas conscientes y fieles a carta cabal, instruidos y templados en la experiencia de una tenaz lucha revolucionaria, si ha sabido ligarse inseparablemente a toda la vida de su clase y, a través de ella, a toda la masa de los explotados, e inspirar a esta clase y a esta masa confianza plena; sólo un partido de esta naturaleza es capaz de dirigir al proletariado en la lucha más implacable, en la lucha decisiva, en la lucha final, contra todas las fuerzas del capitalismo.



“Por otra parte, sólo bajo la dirección de un partido de esta naturaleza puede el proletariado desplegar toda la potencia de su empuje revolucionario, reduciendo a la nada la inevitable apatía -- en ocasiones resistencia -- de esa pequeña minoría que integran la aristocracia obrera, corrompida por el capitalismo, los viejos líderes de las tradeuniones (organizaciones sindicales) y de las cooperativas, etc.; sólo así puede el proletariado desplegar toda su fuerza, que, por la estructura económica misma de la sociedad capitalista, es inconmensurablemente mayor que la proporción que representa en la población."

De lo expresado por V. I. Lenin, podemos concluir:

Que el prestigio del Partido y la disciplina férrea de la clase obrera y los trabajadores, indispensables para la dictadura del proletariado, no se basan en el temor ni en los derechos "ilimitados" del Partido, sino en la confianza que ellos tienen en el Partido, en el apoyo de ellos al Partido.
Que la confianza en el Partido no se adquiere de golpe ni por medio de la violencia sobre la clase obrera, los trabajadores y el pueblo, sino mediante una larga labor del Partido entre las masas, mediante una acertada política, por la capacidad del Partido para lograr que las masas se persuadan por propia experiencia de lo acertado de dicha política, y por la capacidad del Partido para asegurarse el apoyo y hacer que le sigan.
Que sin una acertada política y la confianza que depositen en él, no puede haber una verdadera labor de dirección del Partido.
Que el Partido y su dirección, no pueden ser opuestos a la dictadura del proletariado, en el sentido que expresara Lenin, pues sin la dirección del Partido que goza de la confianza de la clase obrera, los trabajadores y las masas, no puede haber una dictadura del proletariado estable.
Si no se dan estas condiciones, el prestigio del Partido y la disciplina férrea de los dirigidos serán solamente frases sin sentido. Si el partido revolucionario no cuenta con la mayoría de los trabajadores y campesinos, y del pueblo, no se puede hablar de revolución.

Con la vanguardia sola es imposible consolidar el triunfo. Lanzar sola a la vanguardia a la batalla, cuando las masas no han adoptado aún una posición de apoyo directo a ésta vanguardia, solo conduciría al fracaso.

Dirigir significa convencer a las masas del acierto de la política del Partido; lanzar consignas y ponerlas en práctica, que lleven a las masas a las posiciones del Partido; elevar a las masas al nivel de conciencia del Partido y asegurar así su apoyo, su disposición para la lucha decisiva en los momentos más difíciles.

En nuestro país no se ha acuñado la frase de Dictadura del Proletariado y sin embargo, nuestros enemigos se han obstinado en endilgárnosla, no en su sentido justo, leninista, sino en el distorsionado, como una variante de las dictaduras capitalistas, como lo fueron las dictaduras prerrevolucionarias fascistas en Cuba.



Lo cierto es que el poder está en manos de las mayorías, del pueblo y de los trabajadores, dirigidos por el Partido. La unidad de amplias mayorías de las clases obrera y campesina, con los demás trabajadores manuales e intelectuales, hacen posible ejercer la coerción sobre las minorías que intentan frenar el paso de las transformaciones, restablecer el capitalismo y restituir el dominio imperialista. Es así como interpretamos nosotros --por antonomasia-- a la Dictadura del Proletariado, porque ya nuestros obreros y trabajadores no son realmente proletarios, pues ahora son los verdaderos dueños de los medios de producción y de las riquezas del país. En tal sentido, no le tengamos miedo al término. Habrá, entonces, Dictadura del Proletariado, mientras existan los que quieren reimplantar la dependencia del imperialismo y del capitalismo; mientras existan los reaccionarios, mercenarios, vendepatrias y anexionistas, que pretenden desestabilizar o deponer nuestro Estado Socialista.



Trabajamos seguros de que, sin un partido de vanguardia, sin el apoyo de las masas, sin un estado representativo de los cambios revolucionarios, sin una clara ideología, sin una mano firme, sin el empleo eventual de la fuerza contra los que detentaron el poder y las riquezas, contra los explotadores expropiados, contra el imperialismo, la Dirección del país no habría podido hacer la revolución ni plantearse la construcción del Socialismo.

Mayo de 2010.

Thursday, May 6, 2010

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ HABLA DE FIDEL y FIDEL HABLA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ HABLA DE FIDEL y FIDEL HABLA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


El Fidel Castro que yo conozco (17 de Agosto, 2006)
Por Gabriel García Márquez

Su devoción por la palabra. Su poder de seducción. Va a buscar los problemas donde estén. Los ímpetus de la inspiración son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejo de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con una especie de fervor científico.

Se mantiene en excelentes condiciones físicas con varias horas de gimnasia diaria y de natación frecuente. Paciencia invencible. Disciplina férrea. La fuerza de la imaginación lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.

Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estimulo de su vida es la emoción al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecológico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiración: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que solo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmático por excelencia.

José Martí es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista. La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos. Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad: este donde este, como este y con quien este, Fidel Castro esta allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted esta rozagante.

Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacia unos dos anos, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina... hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar.

Su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas...pero esa facultad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz. Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble.

Requiere el auxilio de una información incesante, bien masticada y digerida. Su tarea de acumulación informativa principia desde que despierta. Desayuna con no menos de 200 páginas de noticias del mundo entero. Durante el día le hacen llegar informaciones urgentes donde este, calcula que cada día tiene que leer unos 50 documentos, a eso hay que agregar los informes de los servicios oficiales y de sus visitantes y todo cuanto pueda interesar a su curiosidad infinita.

Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la mínima contradicción de una frase casual. Otra fuente de vital información son los libros. Es un lector voraz. Nadie se explica como le alcanza el tiempo ni de que método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque el insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Lee el inglés pero no lo habla. Prefiere leer en castellano y a cualquier hora esta dispuesto a leer un papel con letra que le caiga en las manos. Es lector habitual de temas económicos e históricos. Es un buen lector de literatura y la sigue con atención.

Tiene la costumbre de los interrogatorios rápidos. Preguntas sucesivas que el hace en ráfagas instantáneas hasta descubrir el por que del por que del por que final. Cuando un visitante de América Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, el hizo sus cálculos mentales y dijo: Que raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al día. Su táctica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia. No pierde ocasión de informarse. Durante la guerra de Angola describió una batalla con tal minuciosidad en una recepción oficial, que costó trabajo convencer a un diplomático europeo de que Fidel Castro no había participado en ella. El relato que hizo de la captura y asesinato del Che, el que hizo del asalto de la Moneda y de la muerte de Salvador Allende o el que hizo de los estragos del ciclón Flora, eran grandes reportajes hablados.

Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. El país del cual sabe más después de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la índole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.

En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamás la precisión, consciente de que una sola palabra mal usada, puede causar estragos irreparables. Jamás ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle mas preocupaciones de las que tiene: El lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme. Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución los logros políticos, científicos, deportivos, culturales- hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad domestica.

Cuando habla con la gente de la calle, la conversación recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de trasmisión inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insólito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciable, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues, e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal.

Suena con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que su enemigo principal. Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia.

Lo he oído en sus escasas horas de añoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle mas tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunte que era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contesto de inmediato: pararme en una esquina.


Destaca Fidel Castro amistad con Gabriel García Márquez y su esposa

La Habana, 10 jul (PL) El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, destacó sus casi 50 años de sincera amistad con el escritor colombiano Gabriel García Márquez y su esposa, Mercedes Barcha.

En un artículo intitulado "El descanso", especial para la publicación digital Cubadebate, divulgado hoy, Fidel Castro se refiere a una reunión efectuada el martes pasado con García Márquez y su esposa, de visita en Cuba hasta mañana viernes.


"Nuestra agencia de noticias, sugerida por el Che, acababa de nacer, y ésta contrató, entre otros, los servicios de un modesto periodista de origen colombiano, llamado Gabriel García Márquez", rememora.


"Ni Prensa Latina ni Gabo podían suponer que había un Nobel por el medio; o tal vez él sí, con la 'descomunal' imaginación del hijo del telegrafista en el correo de un pueblito de Colombia, perdido entre los latifundios plataneros de una empresa yanqui", señala Fidel Castro en referencia al Premio Nobel de Literatura otorgado al escritor en 1982.


"Nuestra amistad fue fruto de una relación cultivada durante muchos años en que el número de conversaciones, siempre para mí amenas, sumaron centenares. Hablar con García Márquez y Mercedes siempre que venían a Cuba —y era más de una vez al año— se convertía en una receta contra las fuertes tensiones en que de forma inconsciente, pero constante, vivía un dirigente revolucionario cubano", agrega.


A continuación el texto íntegro: Reflexiones del compañero Fidel

El descanso Especial para Cubadebate

Ayer martes tenía un cúmulo de cables con noticias sobre la reunión en Japón de las potencias más industrializadas. Dejaré el material para otro día, si no se vuelve fiambre. Decidí descansar. Preferí reunirme con Gabo y su esposa, Mercedes Barcha, que están de visita en Cuba hasta el día 11. ¡Qué deseos tenía de intercambiar con ellos para rememorar casi 50 años de sincera amistad!

Nuestra agencia de noticias, sugerida por el Che, acababa de nacer, y ésta contrató, entre otros, los servicios de un modesto periodista de origen colombiano, llamado Gabriel García Márquez. Ni Prensa Latina ni Gabo podían suponer que había un Nobel por el medio; o tal vez él sí, con la “descomunal” imaginación del hijo del telegrafista en el correo de un pueblito de Colombia, perdido entre los latifundios plataneros de una empresa yanqui. Compartía su suerte con un montón de hermanos, como era costumbre, y a pesar de eso su padre, un colombiano que disfrutaba el privilegio de estar empleado gracias al teclado telegráfico, pudo enviarlo a estudiar.

Yo viví una experiencia a la inversa. El correo con su teclado telegráfico y la escuelita pública de Birán eran las únicas instalaciones en aquel caserío que no constituían una propiedad de mi padre; todos los demás bienes y servicios de valor económico eran de don Ángel, y por eso pude estudiar. Nunca tuve el privilegio de conocer Aracataca, el pueblito donde nació Gabo, aunque sí el de celebrar con él mi 70 cumpleaños en Birán, adonde lo invité.

Fue igualmente obra de la casualidad que cuando por iniciativa nuestra se organizaba en Colombia un Congreso Latinoamericano de Estudiantes, la capital de ese país fuera sede de la reunión de Estados latinoamericanos para crear la OEA, siguiendo pautas de Estados Unidos, en el año 1948.

Recibí el honor de ser presentado a Gaitán por los estudiantes universitarios colombianos. Este nos apoyó y nos entregó folletos de lo que se conoció como la Oración de la Paz, discurso pronunciado en ocasión de la Marcha del Silencio, la multitudinaria e impresionante manifestación que desfiló por Bogotá, en protesta contra las masacres campesinas realizadas por la oligarquía colombiana. Gabo estaba en aquella marcha.

Germán Sánchez, el actual embajador cubano en Venezuela, transcribe en su libro Transparencia de Emmanuel, párrafos textuales de lo que narró Gabo de aquel episodio.


Hasta aquí el azar.

Nuestra amistad fue fruto de una relación cultivada durante muchos años en que el número de conversaciones, siempre para mí amenas, sumaron centenares. Hablar con García Márquez y Mercedes siempre que venían a Cuba —y era más de una vez al año— se convertía en una receta contra las fuertes tensiones en que de forma inconsciente, pero constante, vivía un dirigente revolucionario cubano.

En la propia Colombia, con motivo de la IV Cumbre Iberoamericana, los anfitriones organizaron un paseo en coche por el recinto amurallado de Cartagena, una especie de Habana Vieja, reliquia histórica protegida. Los compañeros de la Seguridad cubana me habían dicho que no era conveniente participar en el paseo programado. Pensé que se trataba de una preocupación excesiva, ya que por demasiada compartimentación los que me informaron desconocían datos concretos. Yo siempre respeté su profesionalidad y cooperé con ellos.


Llamé al Gabo, que estaba cerca, y le dije bromeando: “¡Monta con nosotros en este coche para que no nos disparen!” Así lo hizo. A Mercedes, que quedó en el punto de partida, le añadí en el mismo tono: “Vas a ser la viuda más joven.” ¡No lo olvida! El caballo partió renqueando con su pesada carga. Los cascos resbalaban en el pavimento.

Después supe que ocurrió allí lo mismo que cuando en Santiago de Chile una cámara de televisión que contenía un arma automática apuntó hacia mí en una entrevista de prensa, y el mercenario que la operaba no se atrevió a disparar. En Cartagena estaban con fusiles telescópicos y armas automáticas emboscadas en un punto del recinto amurallado, y otra vez temblaron los que debían apretar el gatillo. El pretexto fue que la cabeza del Gabo se interponía obstruyendo la visión.


Ayer, durante nuestra conversación, rememoré y les pregunté a él y a Mercedes —campeona olímpica de los datos— sobre multitud de temas vividos dentro y fuera de Cuba en que estuvimos presentes. La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, creada por Cuba y presidida por García Márquez, ubicada en la antigua quinta Santa Bárbara —histórica por lo positivo y negativo de sus antecedentes en el primer tercio del pasado siglo—, y la Escuela del Nuevo Cine Latinoamericano que dirige esa Fundación, y está ubicada en las proximidades de San Antonio de los Baños, ocuparon un espacio de nuestro encuentro.

Birri, con su larga barba negra, hoy tan blanca como la nieve, y otros muchos personajes cubanos y extranjeros, pasaron por nuestro recuento.


Gabo a mis ojos ganó respeto y admiración por su capacidad para organizar la escuela de forma meticulosa y sin olvidar un solo detalle. Yo lo había supuesto, por prejuicio, un intelectual lleno de maravillosa fantasía; ignoraba cuánto realismo había en su mente.


Decenas de acontecimientos dentro y fuera de Cuba, en que ambos estuvimos presentes, fueron mencionados. ¡Como pasan cosas en decenas de años!

Dos horas para conversar, como es de suponer, no alcanzaron. La reunión había comenzado a las 11:35 a.m. Los invité a almorzar, algo que nunca hice con visitante alguno durante estos casi dos años, pues no lo había pensado nunca. Comprendí que yo estaba realmente de vacaciones y se lo dije. Improvisé. Pude resolver. Ellos almorzaron lo suyo, y por mi parte cumplí la dieta disciplinadamente, sin salirme un ápice, no para añadir años a la vida, sino productividad a las horas.

Apenas llegaron, me habían entregado un pequeño y agradable obsequio envuelto en papel de atractivos y vivos colores. Contenía pequeños volúmenes un poco mayores pero menos alargados que una tarjeta postal. Cada uno tenía entre 40 y 60 páginas, en letra pequeñita pero legible. Son los discursos pronunciados en Estocolmo, capital de Suecia, por cinco Premios Nobel de Literatura de los otorgados en los últimos 60 años. “Para que tengas material de lectura” —me dijo Mercedes al entregármelo.

Les pedí más datos sobre el regalo antes de que ambos se marcharan a las cinco de la tarde. “He pasado las horas más agradables desde que enfermé hace casi dos años” —les dije sin vacilar. Es lo que sentí.

“Habrá otras”, ?respondió el Gabo.

Pero no cesaba mi curiosidad. Mientras caminaba, un rato después, le pedí a un compañero traer el obsequio. Consciente del ritmo con que ha cambiado el mundo en las últimas décadas, me preguntaba: ¿qué pensaron algunos de aquellos brillantes escritores que vivieron antes de esta época turbulenta e incierta de la humanidad?

Los cinco Premios Nobel seleccionados en la pequeña colección de discursos que ojalá puedan leer un día nuestros compatriotas, por orden cronológico, fueron:

William Faulkner (1949)

Pablo Neruda (1971)

Gabriel García Márquez (1982)

John Maxwell Coetzee (2003)

Doris Lessing (2007)


A Gabo no le gustaba pronunciar discursos. Se pasó meses buscando datos —recuerdo—, angustiado por las palabras que debía pronunciar para recibir el Premio. Lo mismo le ocurrió con el breve discurso que debía dirigir en la cena que le ofrecieron después del Premio. Si ese hubiera sido su oficio, es seguro que Gabo habría muerto de infarto.


No debe olvidarse que el Nobel se otorga en la capital de un país que no ha sufrido los estragos de una guerra en más de 150 años, regido por una monarquía constitucional y gobernado por un partido socialdemócrata donde un hombre tan noble como Olof Palme fue asesinado por su espíritu solidario con los países pobres del mundo. No era fácil la misión a cumplir por Gabo.

Nada sospechosa de procomunista, la institución sueca asignó el Premio Nobel a William Faulkner, un inspirado y rebelde escritor norteamericano; a Pablo Neruda, militante del Partido Comunista, quien lo recibe en días gloriosos de Salvador Allende, cuando el fascismo intentaba apoderarse de Chile, y a Gabriel García Márquez, genial y prestigiosa pluma de nuestra época.


No es necesario decir cómo pensaba el Gabo. Basta transcribir simplemente los párrafos finales de su discurso, una joya de la prosa, al recibir el Premio Nobel el 10 de diciembre de 1982, mientras Cuba, digna y heroica, resistía el bloqueo yanqui.


“Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: ‘Me niego a admitir el fin del hombre’” —afirmó.

“No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria.

“Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”


Fidel Castro Ruz
Julio 9 de 2008

7:26 p.m.