¿Quiénes somos? Somos un grupo de revolucionarios invencibles, que no nos rendiremos jamás, que lucharemos en todos los frentes, incluso en el de las ideas.

La pagina del Director

¡A DEGÜELLO!
Alejandro Martínez Pereiras
20 de julio 2010


“Rubén, el 26 de julio fue la carga que tú querías”

La celebración del 26 de julio, merece todos los años una renovación en su recuerdo y especialmente en su eterno significado para los cubanos, recordar los acontecimientos de aquel día, tanto los sucedidos en el Cuartel Moncada, como en el Carlos Manuel de Céspedes, ambos ocurridos en la antigua provincia de Oriente, es obligación imprescindible para los revolucionarios cubanos.
Los años pasan, las generaciones se suceden unas a otras, la historia queda escrita con letras indelebles y el recuerdo de sus participantes, especialmente de los caídos, es esencial para las nuevas batallas por librar, para la toma de nuevos bríos, para la entrega de las banderas a los que continuarán con el mismo heroísmo y la misma intransigencia, por los siglos de los siglos.

La Historia de Cuba, rica en momentos sublimes, tiene tres columnas que debemos tener presente siempre, el 10 de octubre de 1868, el 24 de febrero de 1895 y el 26 de julio de 1953, son tres instantes de inicio y reinicio de nuestras luchas, tres ejemplos que han calado profundamente el la esencia de nuestra nacionalidad, son tres huellas que definen la personalidad social del cubano, luchar siempre, sin temor al adversario, siempre más poderoso en número y en recursos, siempre volver a empezar la obra no conclusa, la gran revolución que comenzó en Yara no ha terminado, continúa y continuará.

Nuestros poderosos enemigos de hoy, son los mismos en número y poder que aquellos que un día Carlos M. de Céspedes enfrentó en La Demajagua (no tienen la misma nacionalidad, pero son en esencia un poder opresor) no le importaba a aquel ilustre cubano enfrentarse al dominio colonial que poseía una fuerza cientos de veces superior al de aquellos humildes hombres, blancos y negros redimidos, que ese día se lanzaban a la manigua a luchar por la Independencia y soberanía de su patria. Nadie midió las fuerzas.

Nuestros enemigos de hoy, son los mismos que enfrentó Martí en la preparación de su “Guerra necesaria”, son los mismos que impidieron que la expedición que había preparado con múltiples sacrificios saliera sin contratiempos del puerto norteamericano de La Fernandina.

Son los mismos que vendieron buques guardacostas para cuidar las playas cubanas e impedir que se produjeran desembarcos revolucionarios, los que nunca reconocieron al Gobierno Revolucionario en Armas, los que despreciaron al General Calixto García, y no lo dejaron entrar con sus huestes mambisas a la ciudad de Santiago de Cuba, que habían contribuido especialmente a conquistarla.

Son los mismos que se metieron en la Guerra de Independencia cuando ya los españoles habían gastado “la última bala y el último soldado” y sugirieron a sus generales bombardear las ciudades para “limpiarlas”.

Son los mismos que impusieron la Enmienda Platt, fundaron la neocolonia y escogieron a los gobernantes títeres que nos gobernarían hasta el 1ro de enero de 1959.

Por toda esta larga historia de mas de 100 años, jamás olvidaremos el 26 de julio, había que salvar la memoria de Martí, había que refundar la República, había que hacer la justicia necesaria, por la que tantos hombres habían dado sus vidas en estas batallas.

Se repetía la historia, nuestros enemigos principales, el imperialismo yanqui, armaba un ejército de maleantes, protegía y ayudaba a la dictadura batistiana, no importaba los miles de asesinatos que ésta realizaba, no importaba el enorme descrédito que significaba el que su embajador en Cuba, lo apuntalara en el poder y se mezclara en todo el lodazal de atropellos y crímenes de aquel régimen.

Era el mismo poder que mantenía en la pobreza a miles de familias campesinas explotadas en sus enormes latifundios, los principales causantes de nuestro subdesarrollo que impedía que más de 500 mil cubanos tuviera un empleo digno y que miles de niños cubanos no tuviera escuelas, ni maestros, y que para colmo, un cuarto de nuestra población adulta no supiera leer, ni escribir.

Por todo esto y mucho mas, hubo un 26 de julio, por todo ello cientos de jóvenes se prepararon para esa heroica acción, no importaba lo alto de los muros del Moncada, ni sus miles de soldados armados hasta los dientes, era la causa que había que defender, eran los ideales de Martí y Céspedes cuando iniciaron las luchas por nuestra soberanía nacional.

A todos los caídos, desde aquel 10 de Octubre, al día de hoy, el mensaje final de Fidel ante los jueces que lo juzgaban:

“Mis compañeros no están ni olvidados, ni muertos, viven hoy mas que nunca en el corazón del pueblo.”

Muy bien el mensaje de Fidel, en homenaje aquel gran combatiente comunista de la lucha contra Machado, Rubén Martínez Villena:

“Rubén, el 26 de julio fue la carga que tú querías”

Por todo ello repetimos…
Hace falta una carga para matar bribones,
para acabar la obra de las revoluciones;
para vengar los muertos, que padecen ultraje,
para limpiar la costra tenaz del coloniaje;
para poder un día, con prestigio y razón,
extirpar el Apéndice de la Constitución;
para no hacer inútil, en humillante suerte,
el esfuerzo y el hambre y la herida y la muerte;
para que la República se mantenga de sí,
para cumplir el sueño de mármol de Martí;
para guardar la tierra, gloriosa de despojos,
para salvar el templo del Amor y la Fe,
para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos
la patria que los padres nos ganaron de pie.

Rubén Martínez Villena. (Mensaje Lírico Civil)

Por eso hoy ¡A DEGÜELLO! continúa su carga mortífera, contra todo aquel que se enfrente a la Revolución y a sus ideas, que tiemblen nuestros modernos colonialistas o anexionistas, las huestes de Maceo, Máximo Gómez y Agramonte, ya ensillan sus cabalgaduras y se lanzan al monte.


“La pagina del Director”, ¡A DEGÜELLO!
Alejandro Martínez Pereiras
10 de julio del 2010
Contra los insensibles…

Si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de nuestro pueblo trabaja por buscar las soluciones a los problemas que nos aquejan, si sabemos que la dirección del país lucha incansablemente por encontrar soluciones inteligentes y ágiles para resolver las dificultades que nos abruman, si hemos comprobado que miles de cuadros de dirección del Gobierno, el Partido, las Organizaciones de Masas y Políticas a todos los niveles se consagran en las soluciones tangibles a las contrariedades, no podemos perdonar a los insensibles.

Contra los que permanecen ajenos a estas grandes batallas, especialmente los que tienen responsabilidades directas en sus soluciones (administradores, gerentes, jefes de departamento o piso, jefes de brigada, comercializadores, etc) o por lo menos en su búsqueda y aún permanecen como si nada estuviera sucediendo, como si la batalla no pasara por ellos, como si sus entidades no estuvieran incluidas en las cosas que debemos rectificar y que a nuestro pueblo molesta por ineficiencia y apatía. Como se dice en buen cubano “todo le resbala”.

Contra estos personajes nuestra crítica y exhortación a que despierten, a que asuman su papel en la rectificación.

Hemos comprobado que existen casos conformistas, que cuando se habla de imperfecciones, las valoran en la empresa de al lado, en el vecino que no cumple, pero que lo de ello marcha bien. Falta espíritu autocrítico, para reconocer los problemas internos y si para ver lo de los demás, es como aquello de,”ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio”.

Hay que integrar en esta batalla no solo las soluciones más perentorias, y quizás las más conocidas, en las que ya se perfilan sus soluciones posibles, sino implicar aquellas que están dirigidas a la calidad y excelencia de lo que se hace, debemos enfrentarnos también a los que se conforman con la mediocridad como si esto fuera lo revolucionario.

Tenemos que presionar todos, hacer despertar a los insensibles de la mejor forma o promover su sustitución donde quiera que se encueven estos oportunistas. En este grupo están los que viven del descontrol, de la filtración de recursos del Estado, en fin, en ellos están los principales exponentes de la corrupción actual.

Mucho se habla del burocratismo, pero los más peligroso son estos directivos que no se sienten aludidos por la rectificación y todo lo contrario trabajan a contracorriente por lo que le pueden afectar las soluciones. Esos son los peligrosos, los que pondrán todas las travas a las soluciones, los que hablarán hasta por los codos de que “la Resolución tal, lo rechaza”, “de que no es posible esas soluciones”, “de que se afectan los resultados”, “de que lo que se propone no es lo ideológicamente aceptable”, en fin, mil y una argumentaciones para el mantenimiento de la ineficiencia.

Contra esto debemos luchar los revolucionarios y nuestras organizaciones, cuidarnos de los “tecnólogos” y aquellos “superespecialistas” que se arrinconan en lo “establecido” y no entienden que hay que cambiar lo que sea necesario cambiar.

“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado;…”

Nuestra legislación no es inmutable, todo lo contrario, lo que ayer pudo ser positivo y factible, hoy puede no serlo tanto o puede convertirse en una barrera para el desarrollo, si ayer funcionó un procedimiento, y hoy no, por qué no cambiarlo, por qué no barrer con lo que frena nuestras “fuerzas productivas”, como han dicho en múltiples ocasiones nuestro líderes.

Si, estamos convencidos de que tenemos que estudiar cada paso que demos, y estudiar sus consecuencias en todos los sentidos, pero tampoco debemos aceptar que las situaciones que todos los días nos golpean la cara permanezcan inmóviles, como si fueran verdades absolutas.

El espíritu revolucionarios de aquellos primeros años de Revolución, donde no había barrera que nos detuviera, tenemos que esgrimirlo y renovar.

“…es luchar con audacia, inteligencia y realismo;…”

La Revolución ha vivido mas de 50 años, ha sido una batalla gigantesca del día a día de todos los cubanos, todas las grandes decisiones fueron tomadas en medio de una aguda lucha ideológica y política, y respondieron a contextos concretos de ese batallar, la mayoría de las principales decisiones fueron exitosas y serán eternas, pero hay otras que no lo son tales, cambia el contexto histórico-social, cambian las adecuaciones y tendremos que cambiar las decisiones sin temores y sin formalismos, “rectificar es de sabio y reconocerlo es más”.

“…es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;…”

Debemos defender nuestra Revolución hasta con las uñas, tenemos que enfrentar a nuestros adversarios con inteligencia, pero nunca detenernos, la inmovilidad es el convite de nuestros enemigos, ellos se mueven por el subsuelo, hay muchos millones de dólares rodando y compran conciencias, promueven mentiras y atacan, nos corresponde por tanto avanzar, y transformar aquello que nos debilita y nos resta.

Nuestro pueblo es un gran ejercito entrenado y listo para grandes batallas, que no se olvidará nunca que “la orden de combatir está dada siempre” y que las “palabras rendición y derrota no están en nuestro diccionarios”.

REVOLUCIÓN ES:
“…es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas….” FIDEL

Alejandro Martínez Pereira

Por eso hoy ¡A DEGÜELLO! continúa su carga mortífera, contra todo aquel que se enfrente a la Revolución y a sus ideas, que tiemblen nuestros modernos colonialistas o anexionistas, las huestes de Maceo, Máximo Gómez y Agramonte, ya ensillan sus cabalgaduras y se lanzan al monte.


Producción, productividad, calidad, gusto y economía

En esta oportunidad queremos abordar un tema de plena actualidad, ahora que en nuestro país se conforma el Modelo económico cubano de construcción del socialismo, del cual se ha hecho mención por la alta dirección de la Revolución en los últimos meses. Pero cómo concebir esa nueva concepción en el ámbito de la realización audio y audio-visual, específicamente en la radio y la televisión en nuestro INSTITUTO. No hay dudas que los últimos meses han sido de plena evolución en la calidad y comprensión de los nuevos criterios de realización en nuestro medio. Los meses futuros irán esclareciendo, haciendo avanzar las nuevas ideas y trazando rumbos nuevos.

Me arriesgo a exponer mis criterios de por dónde podremos continuar avanzando y perfeccionando nuestras metas de desarrollo. De seguro habrá disímiles criterios al respecto, este es el mío.

Será necesario garantizar una alta producción de materiales para la radio y la televisión con el objetivo de satisfacer las amplias demandas de más de 90 emisoras de radio en todo el país y los más de 30 canales de televisión que actualmente existen.

Pero aquí es donde se ponen en juego las cinco puntas de NUESTRA FIGURA GEOMÉTRICA formado por: producción, productividad, calidad, gusto y economía imprescindibles a tener en cuenta para el éxito de nuestra gestión.

Como idea inicial tenemos que decir que nuestro modelo económico cubano, lleva implícito una mayor organización y disciplina social, estos son dos direcciones claves para el éxito de cualquier modelo de desarrollo que abordemos, estos dos conceptos son pilares para poder avanzar en el perfeccionamiento de cualquier actividad social de que se trate.

El primer elemento, la PRODUCCIÓN, que será imprescindible desarrollar, para que en la medida que avancemos lograr satisfacer las necesidades totales de las emisoras de radio y canales de TV nacionalmente, y en la medida de las posibilidades reales, la sustitución de la mayor parte de los materiales foráneos que se trasmiten.

Pero tendremos que hacerlo en las condiciones de restricciones financieras que se nos exigen en estos momentos en el país, tendremos que trabajar con presupuestos bien definidos y se nos exigirá un mayor control de los gastos y una garantía superior de sus resultados. Tendremos que desarrollar la tendencia de la disminución constante de los gastos por minuto en pantalla y en la radio, habrá que trabajar con tarifas o normas de consumo rígidas, que nos obligue al empleo eficiente de los medios que se nos suministren.

Los presupuestos tendremos que desagregarlos hasta la obra en concreto, y habrá que extraerles el máximo de posibilidades, solo así podremos garantizar las necesidades de transmisión y los ingresos crecientes de nuestros realizadores, y no lo contrario.

La correcta utilización de los recursos financieros, el ahorro en las plantillas, o sea, la no contratación de personal innecesario, permitirán mejorar las condiciones de trabajo de los realizadores y una mejor compensación salarial de cada uno de los que realmente trabajan en particular.

La PRODUCTIVIDAD, será el segundo elemento, y muy importante elemento, que debemos tener en cuenta en este salto de producción de obras audiovisuales, tendremos que lograr mayores resultados con el empleo cada vez menor de materiales de todo tipo, de recursos humanos, de tiempos de máquina y de grabación. Para ello habrá un sinnúmero de iniciativas que podamos desarrollar, entre ellas algunas ya aplicadas otras por aplicar. Muchos realizadores miran con duda estas variables, suponen pérdidas en sus ingresos personales, y no es así, será todo lo contrario, se podrá producir más con los excedentes financieros y materiales que dispongamos.

Pero que quede bien claro, la productividad no conllevará el saltar procesos, el violentar actividades que perjudiquen el resultado final del trabajo, los ahorros, tendrán que ir con el empleo eficiente de los recursos y el tiempo de realización que esto exija. Escenas que exijan 6 horas de filmación no podrán realizarse en dos, por el criterio de acortar procesos, que perjudiquen al final la calidad, la productividad tendrá como exigencia imprescindible el máximo de aceptación final de la obra de que se trate.

Una idea que se ha propuesto en ocasiones será la filmación de programas musicales en teatros, una idea bastante analizada, en vivo, permitirá convertir un programa de televisión o radio en un espectáculo público, que producirá ganancias financieras y una mayor espontaneidad en los resultados de la obra.

El perfeccionamiento del control de los gastos, su análisis sistemáticos, podrán permitir el seguir en detalles los consumos de todo tipo, y poder medir y conocer a tiempo cuando una obra se pasa en sus gastos o cuando no se atiende al cumplimiento de los requerimientos técnicos para la producción, por el primero se nos va la economía y por el segundo se nos va la calidad.

Producir mas, con menos, manteniendo altos niveles de calidad, por la aplicación del talento del artista y del economista, será el camino de nuestro desarrollo en los próximos años.

La CALIDAD, será otro aspecto que tendremos que cuidar con absoluto rigor, la mayor producción y la ganancia que nos brinda el incremento de la productividad, no nos puede afectar los resultados cualitativos de lo que hacemos, sino todo lo contrario, sabemos que no necesariamente el derroche lleva implícito la calidad, hay ejemplos conocidos donde se ha derrochado recursos y la calidad ha resultado deficiente, y lo contrario también nos ha sucedido, con pocos recursos y sí con mucho talento se han obtenido obras que han alcanzado calidad patrimonial. La calidad exigirá el máximo del empleo del talento de todo el colectivo de realización, su trabajo será decisivo, el extra que estos impongan producirá el salto cualitativo que se haya planificado.

La premiación a los colectivos de realización que logren resultados cualitativos destacados, la contratación continua de sus miembros en producciones continuas, serán estímulos reales a trabajar con el máximo empeño, habrá que romper con el criterio igualitaritarista de que todos tengan igual contratación, no todo lo contrario, los que mejor trabajen serán los que concurrirán con mayor asiduidad a la producción de programas.

El GUSTO, será un importantísimo principio que no se podrá descuidar, toda obra audiovisual, especialmente para medios tan masivos como la radio y la televisión se realizan para la satisfacción del gusto de las mas amplias capas de la población receptora de nuestros programas, el valor real de una obra audiovisual reside fundamentalmente en el nivel de aceptación que esta tenga en el público al cual van dirigidas, no se excluye con estos criterios aquellos materiales que, sean imprescindibles realizar, con propósitos experimentales o que se realicen por necesidades formativas y de desarrollo de la apreciación estética de las artes. Lo que no guste al público al cual va dirigido, será un defecto garrafal de nuestro medio.

La atención al gusto social, exigirá obligatoriamente los conceptos de educación y formación de la apreciación estética, no se podrá confundir con el criterio populista de satisfacción trivial y superficial de la aceptación, y mucho menos el empleo de la chabacanería, la vulgaridad. la marginalidad, el erotismo exagerado, la violencia innecesaria- para ganar audiencia, todo lo contrario, - ganar el gusto social tendrá implícito los principios de desarrollo estético, ético, político e ideológico que nos exige la Política de Programación del país.

La concepción del gusto y sus resultados, tendrá también el principio de que todos los espacios no requerirán altos resultados en su raiting, habrá que tener en cuenta los segmentos sociales a los cuales vaya dirigido, los requerimientos de los sexos, las edades, los grupos sociales, y los territorios en los que se trabaje. Será pues una valoración científicamente fundamentada la que nos dará el resultado final.

La ECONOMIA, como último aspecto, no será el menos importantes de estos cinco elementos, sino todo lo contrario, será un denominador común que apliquemos en todo lo que nos propongamos, no es posible que los costos de nuestras obras se incrementen constantemente, como si fuera una tendencia obligatoria de nuestro sector, será imprescindible en el estudio que se realice, en la aprobación de guiones y en la factibilidad ir a la búsqueda de la mayor economía de todo tipo: financiera, combustibles, energía, alimentos, vestuarios, locaciones, personajes, recursos técnicos, en fin todos los medios que se requieran para nuestra labor.

La integración de estos cinco elementos: PRODUCCIÓN, PRODUCTIVIDAD, CALIDAD, GUSTO y ECONOMIA, que hemos descrito serán líneas de trabajo que debemos proyectar. En una visión superficial nos podrá parecer insignificantes los cambios que estos conceptos producirían, pero a la larga estaríamos en condiciones de producir mas, con mas calidad y mas garantía de éxito en los resultados.

La exigencia de los directivos, sean administrativos como artístico, serán vitales para el logro de los objetivos que nos proponemos, habrá que aplicar con objetividad y realismos los criterios de contrapartida que deben establecerse entre los que brindan los medios y recursos, en esencia los representantes de la ENTIDAD, tanto radial como televisiva y los directivos de la obra artística.

Los que administran los recursos deberán hacerlo con el criterio de que lo hacen en nombre de los verdaderos dueños, que son nuestro pueblo, que a su vez será el público más severo que nos juzgue, los directivos artísticos tendrán que asegurar su labor con los recursos que se le brinden y estén al alcance de sus patrocinadores.

Será necesario que cada momento, desde la presentación de la idea, el guión hasta su terminación, se lleve un criterio integral y coherente de producción que garantice todos los pormenores de aprovechamiento material y estético de la obra en cuestión.

Cada colectivo de realización tendrá que crear con los recursos que de antemano se le brinden y tendrán que asegurar los máximos resultados de su obra con estos recursos financieros y materiales que existan y se le puedan brindar.

El productor ejecutivo de la obra, una vez decidida su realización, determinará los indicadores de consumo que se podrán brindar y a partir de esta decisión se proyectarán todas las acciones que sea necesario desarrollar. La eficacia de su labor se mediría por la adecuada administración de los recursos y la máxima exigencia de sus subordinados directos en la atención a sus responsabilidades ejecutivas y de control.

Se romperá la práctica, en alguna medida empleada en nuestro medio, de que para la realización de una obra audiovisual será necesario un cheque en blanco, para gastar todo lo que vaya apareciendo en el proceso productivo.

Se aplicará por tanto el principio universal de que el productor ejecutivo señala con cuanto se cuenta y el creador, con su colectivo de realización, tendrán que adaptarse a estos parámetros con eficiencia y alta calidad en la realización.

Las nuevas perspectivas de trabajo, que en definitiva se aprueben, requerirán un cambio diametral en las proyecciones de la programación, y exigirán antes de tomar la primera decisión de inicio de la producción, un estudio pormenorizado y multidisciplinario, muy superior al que actualmente se hace, que garantice antes de salir al aire, la máxima aceptación del público, y no como en ocasiones ha sucedido, cuando ya está en el aire, escuchar las críticas y desaprovechamiento de los recursos empleados, por un no agrado del público al cual va dirigida.

Otros caminos podrán irse implementando en los cambios que habrá que producir, como aquel de la “Producción libremente contratada”, de que ya algunos han hablado, que introducirá recursos hasta ahora inexplorados, y que aplicando principios similares de selección, produzcan un salto en las fuerzas productivas de nuestro medio que nos permitirá una más amplia presencia de obras cubanas, tanto en la radio como en la televisión, de estas posibilidades habrá que abrir un gran debate entre todos para iniciar esta nueva vertiente que de seguro, tendrá mucho éxito en sus resultados. Ya se han visto algunas obras realizadas con estos principios y se augura un futuro promisorio para la realización audiovisual.

Mucho nos queda por innovar, mucho habrá que cambiar, el camino tendremos que abrirlo todos, realizadores, trabajadores, economistas y directivos, fundamentalmente.

¿Cuál sería tu idea sobre este tema? Está abierto el dialogo.


Alejandro Martínez Pereira

Por eso hoy ¡A DEGÜELLO! continúa su carga mortífera, contra todo aquel que se enfrente a la Revolución y a sus ideas, que tiemblen nuestros modernos colonialistas o anexionistas, las huestes de Maceo, Máximo Gómez y Agramonte, ya ensillan sus cabalgaduras y se lanzan al monte.



17 DE MAYO 2010
¿Cuadro, igual LIDER?


Revisando los materiales que seleccionaríamos para esta Edición No. 14, encontré un material que incluimos de inmediato en nuestras páginas, “El cuadro, columna vertebral de la Revolución”. Ernesto Che Guevara, verdadera esencia de la ideología revolucionaria, han pasado 48 años de su redacción, y aún sus argumentos siguen vigentes en toda su extensión.

Desde aquella fecha, en septiembre del 62, se han fundado decenas de escuelas de cuadros, en prácticamente todas las instituciones de nuestra sociedad, miles de cubanos se han preparado para ejercer funciones de cuadro, en la política, en lo militar, en la economía y en múltiples esferas de la tecnología y de la ciencia.

Y seguimos preparando, seguimos incluso trabajando hasta en el desarrollo de la reserva de éstos, en todos los niveles, pero podemos decir que estamos concluyendo esta tarea en 48 años de trabajo sistemático en su formación. La experiencia nos dice, que se ha estado produciendo un relevo de generaciones y con ellos sus directivos en todas las esferas de la sociedad, unos cesan en sus funciones, otros dejan el paso a los más competentes y otros se rinden ante las exigencias, sin cesar crecientes, de la vida político-revolucionaria de nuestro país.

¿Cuál serían la razón o las razones, del por qué no hemos saturado todas las esferas de los directivos necesarios?, varias pudieran ser las respuestas, en mi criterio, la primera esta referida a que la formación de un cuadro es una tarea bien compleja y continua, que no solo requiere formación técnico y profesional, sino de forma especial, una actitud ejemplar ante la vida, una formación política alta, que sepa discernir no solo los objetivos inmediatos, sino que sepa avanzar hacia una perspectiva a largo plazo, así como, que tenga una visión profunda del área que dirige y las personas que en ella intervienen.

Pero todo esto no basta para ser un buen directivo, hay que alcanzar la categoría de líder, y esto si es bien difícil, alcanzar el carisma, las condiciones y las posibilidades de conducir a un colectivo humano, ya es un momento superior en el cuadro, se podrá mandar bien, se podrá, incluso, hacer cumplir determinadas normas, pero quizás no se produzca el empuje adicional que le dan la conciencia y los sentimientos de los dirigidos al cumplimiento de la tarea orientada por su adalid.

No es apelar al oportunismo o al populismo descontrolado, y por supuesto no es llamar la atención con concesiones, privilegios en el colectivo, o lo peor, que se permita desviaciones de la conducta, para que se produzcan en ellos reacciones especiales. No, no, esos métodos han demostrado que a la larga, desprestigian, desmovilizan y convierten al colectivo en una pandilla y finalmente, cuando éstos se saturen, o sean revisados adecuadamente, la “felicidad alcanzada” se disipa y los que en un momento parecían “como hermanos”, se convierten en fieras asustadas que se atacan mutuamente y todo se desploma.

El líder de un colectivo, es aquel que con una adecuada preparación, es capaz de influir en la conciencia y en el corazón de las personas que dirige, un líder es aquel que con su ejemplo personal permanente y sistemático se lanza a conducir a sus dirigidos en la primera línea. Nadie podrá ser líder, solo desde una oficina dando orientaciones o presidiendo encuentros con los cuadros subordinados de manera constante, sin seguir de cerca el comportamiento de sus dirigidos directamente en su labor.

Para muchos les puede resultar complicado comprender en toda su profundidad, el cómo llegar a esos niveles de calidad profesional de un cuadro, y es verdad, no es sencillo, pero en nuestra sociedad se mueven múltiples ejemplos sobre esto, uno de ellos, aquel campesino matancero que con un grupo de guajiros de su localidad, conformaron una brigada de macheteros que inició la historia de las brigadas millonarias, Reinaldo Castro y sus compañeros realmente tenían condiciones excepcionales, pero él era un verdadero adalid que infundía sacrificio y trabajo constante.

Cuál sería el por ciento, que adiciona en su labor específica, un colectivo cuando está dirigido por un verdadero guía, es realmente difícil de medir, pero lo que si sabemos que se produce un verdadero salto en el entusiasmo, en la productividad y en la eficiencia de la obligaciones de los colectivos de que se trate. Otro ejemplo, en el deporte, como un equipo de pelota, que hombre por hombre es inferior a sus contrarios, que sus resultados no son comparables con los adversarios deportivos, como sucedió en la finalizada Serie Nacional, con el equipo Industriales, supo sacar el extra y terminar arrasando con los mejores equipos nacionales, muchas explicaciones podrán darse, incluso técnicamente aceptables, pero no hay dudas que el papel que desempeñó el director, Germán Mesa, fue un rol relevante.

Ni hablar en el campo de la historia de nuestra Patria, la administración estatal, política o de cualquier índole, señalan los historiadores que era realmente increíble el valor que desplegaban los generales mambises que combatían bajo las órdenes de Maceo y Gómez, se acuñó la frase entre ellos de “General por dónde cargo”, para definir el lugar por donde entrar en el combate, no importaba el riesgo o incluso la seguridad de que con esa acción ponían en juego su propia vida, era la orden de su jefe y había que lanzarse a pecho abierto sobre las bayonetas y el fuego del ejercito español, por supuesto tenían que apurarse en esos empeños, porque de seguro le disputarían a estos dos gigantes, el llegar primero a la línea de fuego.

Cuántos ejemplos no observamos de directivos de empresas o entidades, o incluso de territorios que logran resultados relevantes en su labor, por encima de sus homólogos vecinos, por supuesto, teniendo el mismo nivel de recursos, condiciones generales de trabajo e igualdad de política financiera y laboral.

Nadie podrá dirigir nada a través de papeles, y nadie alcanzará el respeto y el cariño de sus subordinados leyendo informes, de informes anteriores y de informes de sus cuadros de base. Este podrá ser jefe, pero no líder. Sus resultados, incluso en los mas capaces, serán escasos, aún hasta cumpliendo los planes, las fuerzas potenciales de su equipo se han tensado al 70 %, la reserva que está en el corazón de sus subordinados quedó intacta, la iniciativa creadora del total del colectivo se perdió, el estímulo al cumplimiento de forma especial de una tarea quedó eliminado, todos trabajaron “bien”, pero no se dio el salto que las necesidades requerían en un momento dado.

El líder es aquel que se mueve en todas las posiciones de su actividad, que reconoce que todos los que trabajan con él, son más importantes que él mismo, que comprende que todos necesitamos que se nos atienda, que se nos explique, que se nos pregunte, que se nos estimule moralmente y que se nos ayude en la comprensión de la tarea que realizamos.

El líder es el que sacrifica todo su tiempo por la tarea que dirige, es el que asume la ideología de la revolución y es capaz de ejecutarla personalmente con su ejemplo y trasmitirla a las masas que dirige con inteligencia y audacia. Las masas lo identificarán y de inmediato seguirán sus pasos.

La filosofía de la apelación exclusiva al interés material, puede ser válida en un momento, pero habrá que cumplimentarla con la conciencia suprema de los objetivos por los cuales trabajamos, habrá que cumplimentarla con el interés colectivo de construir una obra grande, no para uno, sino para toda una nación. Habrá que darle una alta dosis de espiritualidad para que sea constante.

Por ello, la formación de un cuadro es tan compleja, incluso es infinita, nadie se podrá graduar de cuadro, siempre estará en formación y superación constante, tendrá que a cada momento elevar su formación política e ideológica, para convencer y convencerse, que los constructores del socialismo y el comunismo, no se compran, los verdaderos constructores se educan, se forman en el bregar de la lucha, hasta llegar a la conclusión de que nada, ni nadie podrá apartarlos de sus objetivos, no importan las trabas y dificultades que se encuentren en el camino, que siempre serán muchas, habrá que saltar obstáculos y juntos, directivos y dirigidos, llegar al final feliz por el que todos trabajamos.

Pero quien no entienda o no sepa que significa “el cambio de estilo y métodos de trabajo”, una sola recomendación: imiten a Marti, imiten al Che, hagan igual que Fidel y que Raúl, ahí están los paradigmas más importantes.

Hay que descubrir a estos líderes naturales, apoyarlos y convocarlos a mostrar que es posible, que sí se puede dirigir, a golpes de ejemplo y abnegación.

Alejandro Martínez Pereiras