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Monday, June 14, 2010

Producción, productividad, calidad, gusto y economía, Alejandro Martínez Pereira

Producción, productividad, calidad, gusto y economía

En esta oportunidad queremos abordar un tema de plena actualidad, ahora que en nuestro país se conforma el Modelo económico cubano de construcción del socialismo, del cual se ha hecho mención por la alta dirección de la Revolución en los últimos meses. Pero cómo concebir esa nueva concepción en el ámbito de la realización audio y audio-visual, específicamente en la radio y la televisión en nuestro INSTITUTO. No hay dudas que los últimos meses han sido de plena evolución en la calidad y comprensión de los nuevos criterios de realización en nuestro medio. Los meses futuros irán esclareciendo, haciendo avanzar las nuevas ideas y trazando rumbos nuevos.

Me arriesgo a exponer mis criterios de por dónde podremos continuar avanzando y perfeccionando nuestras metas de desarrollo. De seguro habrá disímiles criterios al respecto, este es el mío.

Será necesario garantizar una alta producción de materiales para la radio y la televisión con el objetivo de satisfacer las amplias demandas de más de 90 emisoras de radio en todo el país y los más de 30 canales de televisión que actualmente existen.

Pero aquí es donde se ponen en juego las cinco puntas de NUESTRA FIGURA GEOMÉTRICA formado por: producción, productividad, calidad, gusto y economía imprescindibles a tener en cuenta para el éxito de nuestra gestión.

Como idea inicial tenemos que decir que nuestro modelo económico cubano, lleva implícito una mayor organización y disciplina social, estos son dos direcciones claves para el éxito de cualquier modelo de desarrollo que abordemos, estos dos conceptos son pilares para poder avanzar en el perfeccionamiento de cualquier actividad social de que se trate.

El primer elemento, la PRODUCCIÓN, que será imprescindible desarrollar, para que en la medida que avancemos lograr satisfacer las necesidades totales de las emisoras de radio y canales de TV nacionalmente, y en la medida de las posibilidades reales, la sustitución de la mayor parte de los materiales foráneos que se trasmiten.

Pero tendremos que hacerlo en las condiciones de restricciones financieras que se nos exigen en estos momentos en el país, tendremos que trabajar con presupuestos bien definidos y se nos exigirá un mayor control de los gastos y una garantía superior de sus resultados. Tendremos que desarrollar la tendencia de la disminución constante de los gastos por minuto en pantalla y en la radio, habrá que trabajar con tarifas o normas de consumo rígidas, que nos obligue al empleo eficiente de los medios que se nos suministren.

Los presupuestos tendremos que desagregarlos hasta la obra en concreto, y habrá que extraerles el máximo de posibilidades, solo así podremos garantizar las necesidades de transmisión y los ingresos crecientes de nuestros realizadores, y no lo contrario.

La correcta utilización de los recursos financieros, el ahorro en las plantillas, o sea, la no contratación de personal innecesario, permitirán mejorar las condiciones de trabajo de los realizadores y una mejor compensación salarial de cada uno de los que realmente trabajan en particular.

La PRODUCTIVIDAD, será el segundo elemento, y muy importante elemento, que debemos tener en cuenta en este salto de producción de obras audiovisuales, tendremos que lograr mayores resultados con el empleo cada vez menor de materiales de todo tipo, de recursos humanos, de tiempos de máquina y de grabación. Para ello habrá un sinnúmero de iniciativas que podamos desarrollar, entre ellas algunas ya aplicadas otras por aplicar. Muchos realizadores miran con duda estas variables, suponen pérdidas en sus ingresos personales, y no es así, será todo lo contrario, se podrá producir más con los excedentes financieros y materiales que dispongamos.

Pero que quede bien claro, la productividad no conllevará el saltar procesos, el violentar actividades que perjudiquen el resultado final del trabajo, los ahorros, tendrán que ir con el empleo eficiente de los recursos y el tiempo de realización que esto exija. Escenas que exijan 6 horas de filmación no podrán realizarse en dos, por el criterio de acortar procesos, que perjudiquen al final la calidad, la productividad tendrá como exigencia imprescindible el máximo de aceptación final de la obra de que se trate.

Una idea que se ha propuesto en ocasiones será la filmación de programas musicales en teatros, una idea bastante analizada, en vivo, permitirá convertir un programa de televisión o radio en un espectáculo público, que producirá ganancias financieras y una mayor espontaneidad en los resultados de la obra.

El perfeccionamiento del control de los gastos, su análisis sistemáticos, podrán permitir el seguir en detalles los consumos de todo tipo, y poder medir y conocer a tiempo cuando una obra se pasa en sus gastos o cuando no se atiende al cumplimiento de los requerimientos técnicos para la producción, por el primero se nos va la economía y por el segundo se nos va la calidad.

Producir mas, con menos, manteniendo altos niveles de calidad, por la aplicación del talento del artista y del economista, será el camino de nuestro desarrollo en los próximos años.

La CALIDAD, será otro aspecto que tendremos que cuidar con absoluto rigor, la mayor producción y la ganancia que nos brinda el incremento de la productividad, no nos puede afectar los resultados cualitativos de lo que hacemos, sino todo lo contrario, sabemos que no necesariamente el derroche lleva implícito la calidad, hay ejemplos conocidos donde se ha derrochado recursos y la calidad ha resultado deficiente, y lo contrario también nos ha sucedido, con pocos recursos y sí con mucho talento se han obtenido obras que han alcanzado calidad patrimonial. La calidad exigirá el máximo del empleo del talento de todo el colectivo de realización, su trabajo será decisivo, el extra que estos impongan producirá el salto cualitativo que se haya planificado.

La premiación a los colectivos de realización que logren resultados cualitativos destacados, la contratación continua de sus miembros en producciones continuas, serán estímulos reales a trabajar con el máximo empeño, habrá que romper con el criterio igualitaritarista de que todos tengan igual contratación, no todo lo contrario, los que mejor trabajen serán los que concurrirán con mayor asiduidad a la producción de programas.

El GUSTO, será un importantísimo principio que no se podrá descuidar, toda obra audiovisual, especialmente para medios tan masivos como la radio y la televisión se realizan para la satisfacción del gusto de las mas amplias capas de la población receptora de nuestros programas, el valor real de una obra audiovisual reside fundamentalmente en el nivel de aceptación que esta tenga en el público al cual van dirigidas, no se excluye con estos criterios aquellos materiales que, sean imprescindibles realizar, con propósitos experimentales o que se realicen por necesidades formativas y de desarrollo de la apreciación estética de las artes. Lo que no guste al público al cual va dirigido, será un defecto garrafal de nuestro medio.

La atención al gusto social, exigirá obligatoriamente los conceptos de educación y formación de la apreciación estética, no se podrá confundir con el criterio populista de satisfacción trivial y superficial de la aceptación, y mucho menos el empleo de la chabacanería, la vulgaridad. la marginalidad, el erotismo exagerado, la violencia innecesaria- para ganar audiencia, todo lo contrario, - ganar el gusto social tendrá implícito los principios de desarrollo estético, ético, político e ideológico que nos exige la Política de Programación del país.

La concepción del gusto y sus resultados, tendrá también el principio de que todos los espacios no requerirán altos resultados en su raiting, habrá que tener en cuenta los segmentos sociales a los cuales vaya dirigido, los requerimientos de los sexos, las edades, los grupos sociales, y los territorios en los que se trabaje. Será pues una valoración científicamente fundamentada la que nos dará el resultado final.

La ECONOMIA, como último aspecto, no será el menos importantes de estos cinco elementos, sino todo lo contrario, será un denominador común que apliquemos en todo lo que nos propongamos, no es posible que los costos de nuestras obras se incrementen constantemente, como si fuera una tendencia obligatoria de nuestro sector, será imprescindible en el estudio que se realice, en la aprobación de guiones y en la factibilidad ir a la búsqueda de la mayor economía de todo tipo: financiera, combustibles, energía, alimentos, vestuarios, locaciones, personajes, recursos técnicos, en fin todos los medios que se requieran para nuestra labor.

La integración de estos cinco elementos: PRODUCCIÓN, PRODUCTIVIDAD, CALIDAD, GUSTO y ECONOMIA, que hemos descrito serán líneas de trabajo que debemos proyectar. En una visión superficial nos podrá parecer insignificantes los cambios que estos conceptos producirían, pero a la larga estaríamos en condiciones de producir mas, con mas calidad y mas garantía de éxito en los resultados.

La exigencia de los directivos, sean administrativos como artístico, serán vitales para el logro de los objetivos que nos proponemos, habrá que aplicar con objetividad y realismos los criterios de contrapartida que deben establecerse entre los que brindan los medios y recursos, en esencia los representantes de la ENTIDAD, tanto radial como televisiva y los directivos de la obra artística.

Los que administran los recursos deberán hacerlo con el criterio de que lo hacen en nombre de los verdaderos dueños, que son nuestro pueblo, que a su vez será el público más severo que nos juzgue, los directivos artísticos tendrán que asegurar su labor con los recursos que se le brinden y estén al alcance de sus patrocinadores.

Será necesario que cada momento, desde la presentación de la idea, el guión hasta su terminación, se lleve un criterio integral y coherente de producción que garantice todos los pormenores de aprovechamiento material y estético de la obra en cuestión.

Cada colectivo de realización tendrá que crear con los recursos que de antemano se le brinden y tendrán que asegurar los máximos resultados de su obra con estos recursos financieros y materiales que existan y se le puedan brindar.

El productor ejecutivo de la obra, una vez decidida su realización, determinará los indicadores de consumo que se podrán brindar y a partir de esta decisión se proyectarán todas las acciones que sea necesario desarrollar. La eficacia de su labor se mediría por la adecuada administración de los recursos y la máxima exigencia de sus subordinados directos en la atención a sus responsabilidades ejecutivas y de control.

Se romperá la práctica, en alguna medida empleada en nuestro medio, de que para la realización de una obra audiovisual será necesario un cheque en blanco, para gastar todo lo que vaya apareciendo en el proceso productivo.

Se aplicará por tanto el principio universal de que el productor ejecutivo señala con cuanto se cuenta y el creador, con su colectivo de realización, tendrán que adaptarse a estos parámetros con eficiencia y alta calidad en la realización.

Las nuevas perspectivas de trabajo, que en definitiva se aprueben, requerirán un cambio diametral en las proyecciones de la programación, y exigirán antes de tomar la primera decisión de inicio de la producción, un estudio pormenorizado y multidisciplinario, muy superior al que actualmente se hace, que garantice antes de salir al aire, la máxima aceptación del público, y no como en ocasiones ha sucedido, cuando ya está en el aire, escuchar las críticas y desaprovechamiento de los recursos empleados, por un no agrado del público al cual va dirigida.

Otros caminos podrán irse implementando en los cambios que habrá que producir, como aquel de la “Producción libremente contratada”, de que ya algunos han hablado, que introducirá recursos hasta ahora inexplorados, y que aplicando principios similares de selección, produzcan un salto en las fuerzas productivas de nuestro medio que nos permitirá una más amplia presencia de obras cubanas, tanto en la radio como en la televisión, de estas posibilidades habrá que abrir un gran debate entre todos para iniciar esta nueva vertiente que de seguro, tendrá mucho éxito en sus resultados. Ya se han visto algunas obras realizadas con estos principios y se augura un futuro promisorio para la realización audiovisual.

Mucho nos queda por innovar, mucho habrá que cambiar, el camino tendremos que abrirlo todos, realizadores, trabajadores, economistas y directivos, fundamentalmente.

¿Cuál sería tu idea sobre este tema? Está abierto el dialogo.


Alejandro Martínez Pereira

Por eso hoy ¡A DEGÜELLO! continúa su carga mortífera, contra todo aquel que se enfrente a la Revolución y a sus ideas, que tiemblen nuestros modernos colonialistas o anexionistas, las huestes de Maceo, Máximo Gómez y Agramonte, ya ensillan sus cabalgaduras y se lanzan al monte.

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